Select your Top Menu from wp menus
19 de julio de 2025 12:53 pm
DE: Efecto

DE: Efecto

Compartir

Por Alejandro Villegas…
Los señalamientos del ciudadano presidente 47 en torno al presunto temor de las autoridades mexicanas ante los cárteles, encontraron la misma respuesta, pero no una confrontación, ni desvanecimiento más allá del discurso. Prevaleció la estrategia de Kalimán
La lógica más elemental indica que pese a la captura de pretendidos operadores y líderes del crimen organizado, los cárteles siguen operando.
Ello, además de que Sinaloa está a punto de cumplir un año bajo el fuego cruzado por el enfrentamiento entre los chapitos y la mayiza, constituyen un mensaje negativo para la sociedad.
Evidentemente si las acciones en contra del crimen organizado fueran contundentes y a fondo, se percibiría la determinación no sólo de combatirlos, sino de extinguirlos.
Sin embargo, lo malo es que en los hechos no se ha presentado un diagnóstico claro de las dimensiones del crimen organizado y el tiempo que llevaría su captura, en tanto que lo que se presenta cotidianamente es una numeraria superficial.
No cabe duda, el ciudadano presidente Trump se equivocó al señalar que las autoridades mexicanas están paralizadas ante el crimen organizado, lo que realmente se aprecia es que existe voluntad, capacidad o determinación para ir a fondo.
En tanto se vende el discurso de captura de objetivos prioritarios y operadores, sin que se presente un claro y convincente diagnóstico de las verdaderas dimensiones del crimen organizado que incluso se ha documentado operan en el capital del país, así como se ha exhibido la presencia de integrantes de grupos criminales de otros países como el Tren de Aragua.
En conclusión, independientemente de la forma en que quiera ver o llamar, lo evidente es que no hay resultados contundentes, y el valor del que se pretende hacer alarde es anhelado, en los hechos, en el plano de la acción por parte de los sinaloenses y habitantes de otras localidades del país.
Acordeones
La 4T con la complacencia del INE y el máximo árbitro electoral operan una acción coordinada para darle vuelta al episodio de los acordeones, sin demostrar de manera evidente e irrebatible su legalidad y validez, ni concluir su inexistencia, como dijera en una ocasión el machuchón mayor, le pasan la rata frente a los ojos al pueblo bueno.
Por supuesto confiados en el recurso de la indiferencia y el olvido.

Related posts