DE: Pruebas

Por Alejandro Villegas…
Las pruebas que exige a ciudadana presidenta para determinar si los bancos y la casa de bolsa sancionadas por Estados Unidos, lavaron o no dinero, son innecesarias, porque en principio se trata de un proceso ajeno.
Por otra parte, el hecho de que se haya reconocido que fueron informados semanas antes sobre el desarrollo del proceso, pone en evidencia que se dejo que el proceso corriera su suerte.
Además, en esencia las medidas tomadas por la administración estadounidense en ningún momento piden que México proceda contra los bancos o la casa de bolsa e incluso les otorgó a los señalados un periodo de gracia para que enfrenten los señalamientos.
Por lo que hace a las pruebas, en primera instancia surgió el nombre de uno de los villanos preferidos, el ciudadano Genaro García Luna, lo que lleva plantear que puede haber elementos que no podría refutar la 4T.
En todo caso, lo evidente es que la afectación se mantendrá y pegará en la capacidad de operación de las instancias señaladas.
En tanto, los posicionamientos de la ciudadana presidenta se diluyen y evidencian su carencia de peso, a partir del hecho irrefutable de que el proceso se desarrolla y conduce en Estados Unidos, que en general dista mucho de asemejarse al pueblo bueno para alinearse a lo expresado en palacio nacional.
El respeto, el diálogo y la cooperación se mantienen como parte de la escenografía de la relación bilateral, pero hasta el momento es claro de que lado se dictan las condiciones y quien acata.
Determinaciones
Finalmente, el INE declaró inelegibles a 24 participantes en la elección del 1 de junio, por no cumplir con el promedio mínimo establecido, en sus estudios, lo que deja en evidencia que los comités que los validaron incurrieron en una falla elemental, sin que haya culpables y menos sanciones.
La mácula está ahí, pero el proceso y su validez permanecen, en el discurso, como mandatados por un pueblo que finalmente optó mayoritariamente por no participar.