Por Alejandro Villegas… La relación entre México y Estados Unidos está lejos de apreciarse como algo entre pares o socios, por lo que salta a la vista de qué lado se ejerce presión, para ejercer el peso económico y político. Aunque claro, hay que reconocer que México no es por el momento el principal objetivo político-económico del ciudadano presidente 47, quien está empeñado en sostener un amplio número de frentes de batalla que tarde que temprano terminarán por desgastar su imagen. Ello sobre todo a partir del comportamiento de los grandes capitales y la economía global. El ciudadano presidente 47 atiende más los mensajes del mercado bursátil y los grandes consorcios que el resto independientemente de donde provengan. Sin embargo, lo evidente es que, por su ubicación geográfica y relación indisoluble en el plano económico, México difícilmente podrá dejar de ser considerado como el blanco preferido del ciudadano presidente 47, por los rubros en los que ha centrado su discurso, la migración ilegal y el tráfico de drogas, en concreto el fentanilo. Además de que, en el corto plazo, sin duda aprovechará el momento en que se revise el Tratado trilateral que tiene Estados Unidos con México y Canadá, para revertir el panorama y las condiciones que en la actualidad le impiden imponer un mayor volumen de aranceles. En tanto, desde palacio nacional la estrategia de Kalimán, basada en la serenidad y paciencia, ligada al plan México, no pasan de tener un impacto limitado, que apenas rebasa el plano discursivo y está lejos de plasmarse en hechos tangibles, sobre todo porque en gran medida lo que se presume son inversiones del sector privado que en cualquier momento pueden paralizarse. Distribución El inicio de la distribución de las boletas que se utilizarán en la elección del 1 de junio, índice que el proceso avanza. Lo malo es que ese dinamismo contrasta abiertamente con la apatía social ante un proceso que solo es festinado por sus promotores, que se niegan a aceptar desde ahora que el mismo para el pueblo bueno ni huele ni hiede.
