Por Alejandro Villegas…
La precisión realizada por el ciudadano presidente 47 en torno a los aranceles, en la industria automotriz, están lejos de representar un triunfo para México, debido a que se limita a observar lo establecido en el Tratado trilateral.
Evidentemente, tanto México como Canadá son objeto de un trato diferente por ser socios comerciales de Estados Unidos, por lo que no es novedoso el hecho de que se tomen decisiones que aparentemente les favorecen.
Sin embargo, lo que queda claro es que, en los años por venir, debido a su posición geográfica, y su relación económica y social México será objeto de manera permanente de todo tipo de presiones.
El diferendo por la entrega de agua en la frontera norte y la amenaza derivada del gusano barrenador para el sector ganadero, son solo algunos de los rubros que se tendrán que atender como parte de la relación con Estados Unidos, en donde la migración y el combate al trasiego de drogas, en especial el fentanilo, son los elementos más visibles.
En su momento el Tratado trilateral será revisado y actualizado, lo que sin duda modificará las condiciones, aparentemente favorables que tiene México.
En tanto que México, todo indica, mantendrá una posición mesurada y reactiva, en una evidente actitud de sometimiento a pesar de que en el discurso se sostenga lo contrario. Eso sí, sin dejar el pregón que asegura que no se es protectorado de nadie.
Fobaproa
La guerra de lodo entre la ciudadana presidenta y el ciudadano ex presidente Ernesto Zedillo, se mantiene, con el apoyo de jilguero y pretendidos militantes de Morena distinguidos.
Habrá que ver como se sigue a pie juntillas la instrucción recibida y la acción se enfoca en descalificar al adversario, con el tema del Fobaproa, en lugar de atender los señalamientos vertidos, en una acción que deja en claro que no se tienen argumentos sólidos para ello.
Los hilos del titiritero machuchón, mueven el escenario, y al guion no se le cambia ni una coma.
