Por Alejandro Villegas…
El ciudadano presidente no tiene definido el retiro de la concesión de Telmex, en 2023, a Carlos Slim. Considera incluso poner la determinación en manos de la ciudadanía, por lo complicado del proceso para el gobierno federal.
Parece que el ciudadano presidente modificó su visión sobre la relación del pasado, entre la mafia del poder y los grandes empresarios del país, u olvidó los lazos que unen al ciudadano empresario Carlos Slim con el ciudadano ex presidente Carlos Salinas de Gortari, en torno a la privatización de Telmex, y la forma en que satanizó esa negociación en el pasado.
Quizá meditó su decisión con todo detenimiento, pero su conclusión fue muy diferente a la que adoptó en el caso del nuevo aeropuerto, y por supuesto la reforma eléctrica, y el litio.
En el caso de Telmex, el ciudadano presidente argumenta que no será difícil revisar la concesión, si se puede retirar o refrendar la concesión, eso se analizará en su momento. Y con ello gana tiempo.
Además, establece que no hay interés de retirar concesiones, pero sí se buscará que se mantenga un compromiso social, lo que equivale a negociar con el ciudadano Carlos Slim, y obtener algún elemento que le permita proyectar que consiguió beneficios para el grueso de la población.
Evidentemente, lo que busca el ciudadano presidente es beneficiar su imagen, y está consciente del costo económico que representaría el retiro de la concesión a Carlos Slim, pero ante todo, del flanco que se abriría con el grueso de los empresarios del país.
El rasero en este caso varió, sin duda, por consideraciones políticas.
Respeto
El ciudadano presidente externa su respeto por la independencia de los poderes de la Unión, pero su discurso choca con la realidad.
En torno al caso de Rosario Robles, argumenta que los jueces deben actuar con autonomía, y de manera obligada vuelve a su narrativa del pasado.
Lamentablemente, en el ambiente aún está fresco el recuerdo de la forma en la que ha pretendido dictar línea tanto a los integrantes del Poder Judicial, como a los del Legislativo.
Los integrantes de la 4T son diferentes, pero muy parecidos a quienes gobernaron el país, en el pasado.
