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23 de septiembre de 2024 11:39 am
 Cambio de aires

 Cambio de aires

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Por: Fernando Moctezuma Ojeda – @FerMoctezumaO

La reciente elección de Luisa María Alcalde como dirigente nacional de Morena representa un cambio crucial en la cúpula del partido. Esta renovación no solo marca una nueva etapa en el liderazgo de Morena, sino que subraya la tendencia a la continuidad de la llamada ‘Cuarta Transformación’, que busca reconfigurar profundamente la estructura política y social del país.

De hecho, Alcalde se convierte así en la sexta dirigente del partido, la segunda mujer al frente del mismo, y sobre todo, la más jóven de su historia, lo que para muchos sectores internos ha representado una especie de nuevo aliento para el partido.

El nuevo equipo directivo, con Andrés Manuel López Beltrán como secretario de Organización, Carolina Rangel como secretaria General e Iván Herrera como secretario de Finanzas, entre otros, se enfrenta a la responsabilidad de mantener vivo el legado iniciado en 2018. Morena, como partido en el poder, tiene el reto de fortalecer su organización interna, mejorar sus mecanismos de participación y enfrentar los desafíos políticos que vendrán con las elecciones de 2024.

El liderazgo de Luisa María Alcalde no solo responde a la continuidad, sino que también aporta una visión fresca, caracterizada por una mayor inclusión y el impulso a la militancia joven y femenina. Su discurso, al asumir el cargo, destacó la importancia de no fallar al pueblo y de continuar el trabajo del presidente López Obrador. Alcalde subrayó el papel que jugará la nueva presidenta electa, Claudia Sheinbaum, quien se aparta temporalmente del partido para gobernar “para todos los mexicanos”.

El decálogo, que regirá a los gobiernos emanados de Morena, refuerza la esencia del proyecto transformador: no represión, austeridad, igualdad de género en los cargos, combate a la corrupción, transparencia en el uso de recursos públicos y la priorización de los sectores más vulnerables. Este conjunto de principios deberá ser suscrito por los gobiernos estatales y municipales del partido a partir de octubre, reflejando el compromiso de Morena con la justicia social y la equidad.

Morena, como movimiento político, ha experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años. No obstante, con ese crecimiento vienen nuevos desafíos. La transición hacia una dirigencia más joven, con figuras como Aarón Enríquez, secretario de Jóvenes, o Camila Martínez, secretaria de Comunicación, también refleja la apuesta del partido por mantener su vínculo con las nuevas generaciones, asegurando una base sólida de militancia juvenil que impulse la agenda del movimiento en el largo plazo.

Asimismo, la continuidad de figuras como Adriana Grajales, en la Secretaría de Mujeres, y Almendra Negrete, en Diversidad, refleja el compromiso del partido con una agenda incluyente y progresista. Esto es crucial en un contexto donde la polarización política sigue siendo alta y las demandas por mayor igualdad y justicia social no pueden ser ignoradas.

Uno de los principales desafíos que enfrenta la nueva dirigencia de Morena es mantener la unidad interna, evitando divisiones que puedan surgir en el proceso electoral. La selección de candidatos a través de encuestas ha sido uno de los métodos más defendidos por la dirigencia del partido, pero también es una fuente de controversia entre los militantes. Será fundamental que estas encuestas se lleven a cabo con total transparencia y rigor metodológico para garantizar la legitimidad de los resultados y evitar conflictos internos.

La nueva dirigencia deberá enfrentar también la creciente desconfianza ciudadana hacia la política. La promesa de un cambio verdadero, que Morena ha impulsado desde su fundación, debe traducirse en acciones concretas que respondan a las necesidades de la población. La lucha contra la corrupción, la reducción de la desigualdad y la promoción de una mayor justicia social no pueden quedar en palabras; requieren políticas claras y una gestión eficaz.

El cambio en la dirigencia de Morena abre una nueva etapa para el partido y para México. Bajo el liderazgo de Luisa María Alcalde, la esperanza de una verdadera transformación se mantiene viva, pero el reto es mayúsculo. Morena tiene la responsabilidad histórica de demostrar que es posible hacer política desde la humildad, la cercanía con el pueblo y el compromiso con los más desfavorecidos.

Que estos cambios sean para mejor, no solo para el partido, sino para todo el país. La transformación de México depende del cumplimiento de estas promesas y de la capacidad de la nueva dirigencia para consolidar un proyecto político que siga siendo del pueblo y para el pueblo.

APUNTES CLAVE:

GUARDIA NACIONAL: El coordinador de los diputados del PRI, Rubén Moreira, advirtió que el traspaso de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional no resolverá el problema de la seguridad en México. Señaló que la reforma no garantiza mejores policías en estados y municipios, y podría generar una espiral de violencia. Además, el abogado Miguel Sulub mencionó que los miembros de la Guardia Nacional tendrán fuero militar, y el economista Mario Di Costanzo criticó al gobierno de Morena por no haber formado policías civiles, lo que ha permitido el crecimiento de los cárteles. //TRANSICIÓN: Alejandro Armenta, gobernador electo de Puebla, reafirmó su compromiso con una transición ordenada y la reestructuración de la administración pública estatal. Aseguró que no habrá despidos masivos, valorando la experiencia de los actuales funcionarios. En diciembre presentará una nueva Ley Orgánica ante el Congreso local, enfocada en modernizar la administración y regular el servicio profesional de carrera. Además, Armenta destacó que su gabinete estará conformado mayoritariamente por mujeres y jóvenes, subrayando su papel clave en el futuro de Puebla. //OPOSICIÓN: El Partido Acción Nacional (PAN) se mantendrá como una oposición seria y firme durante el próximo sexenio, defendiendo sus principios y exigiendo un cambio de rumbo en el país, afirmó Noemí Luna, coordinadora del PAN en la Cámara de Diputados. Luna señaló que el PAN será la resistencia frente a la continuación del régimen autócrata, que, según ella, busca aniquilar la república. La próxima presidenta recibirá la “herencia maldita” de este proyecto, y el PAN seguirá impulsando propuestas centradas en el bienestar común, la pacificación y el desarrollo económico.

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