En una mañanera de ternura, el presidente López Obrador, por un lado, pone todos sus esfuerzos en tratar de demostrar la perfecta historia de amor que supuestamente tiene con su compañera Beatriz Gutiérrez Müller, y por otro, se vuelca en una pelea para convencer de que no existió un pacto de impunidad a favor de Miguel Ángel Yunes Linares, luego de que el senador suplente panista, diera el voto faltante a Morena para que se aprobara la reforma al Poder Judicial.
“Presidente, pero usted siempre ha dicho que es un corrupto…” “Yo tengo muchas diferencias con él…él es un político y decidió actuar de cierta manera y no había a cambio una suma de dinero o había una amenaza…él es fuerte y fue una decisión política…” Reto a los medios a demostrar que hubo un acuerdo aunque aceptó que el Senador Adán Augusto López sí habló con él. “Una golondrina no hace verano y no se le está invitando a Morena…y ellos son muy corruptos, muy ladrones…”
Sin dejarse ofender sobre la relación de Yunes con Morena se dijo muy feliz porque pasó la reforma al Poder Judicial y lamentó que ahora los medios estén tratando de opacar ese triunfo con un supuesto pacto.
Dejó las primeras dos horas de su conferencia a Beatriz Gutiérrez Müller quien se encargó en aclarar que no habrá separación: “somos una familia feliz, pero nos hemos apoyado muchísimo, si él se siente feliz estando en Palenque, lo apoyaré, así sea en África. Soy testigo de su trabajo y apoyo esa moción, ha sido un gran mexicano, un mexicano opositor, soy testigo de sus esfuerzos y emociones…No iré con él porque tengo un hijo menor de edad al cual hay que apoyarlo…”
