Por José Antonio Chávez
Claudia Sheinbaum confirmó que la Guardia Nacional pertenecerá a la Secretaría de la Defensa Nacional, como fue la propuesta del Presidente López Obrador.
Desde luego que no es sorpresa si tomamos en cuenta que tanto la Guardia Nacional como la reforma al Poder Judicial y la Electoral, son el bloque que quiere reformar López Obrador que, por la falta de votos para cumplir con los dos tercios, simplemente no lo pudo lograr.
Hoy, con el Congreso a su favor y los dos tercios en la Cámara de Diputados que preside la priista, Marcela Guerra y un Senado de la morenista, Ana Lilia Rivera, con dos votos para alcanzar la mayoría calificada, sin duda podrá lograrlo, incluso en el mes de septiembre que le quedará como Primer mandatario para realizarlo antes de irse.
Claudia Sheinbaum sabe que el Presidente pugnó porque la creación de la Guardia Nacional que fue creada en este sexenio y su idea era integrarla a la Secretaría de la Defensa Nacional.
Su apuesta porque considera que la SEDENA mantiene una disciplina que ayudará a sanear esa institución que se había manchado de corrupción cuando se llamaba Policía federal.
En el sexenio de López Obrador, los opositores del PRI, PAN y PRD se opusieron que sea la sedeña la que administre esa policía pues se militarizaría en automático.
No estaban de acuerdo en que la administración sea de la sedeña, pero si respaldaban el apoyo a los estados, sobre todo donde se registra el mayor indicie de violencia.
En consecuencia, cuando asuma la Presidencia, Claudia Sheinbaum, la alistará como una prioridad del paquete de reformas que entraran a su preparación para ser aprobadas.
La única esperanza de los opositores para frenarla, será sin duda que los cinco senadores del partido naranja de Dante Delgado, no aporten esos dos votos que les faltan a los senadores de Morena y aliados y con ello cerrar esa reforma.
Desde luego que no será una tarea fácil para los el partido naranja, porque dependerá de esa decisión para que queden etiquetados, por un lado, como traicioneros por el bloque opositor del PRI de Alejandro Moreno “Alito”, del PAN de Marko Cortés y del PRD de Jesús Zambrano, y por el otro como los salvadores.
Si los senadores del Partido naranja se doblan, puede apostar que entonces el sexenio para López Obrador con Sheinbaum al frente, transitará sin el menor problema porque tendrá el Congreso a todo su favor, tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados.
En consecuencia, doblarse sería tanto como entregarles en charola de plata esos dos votos que les facilitarán, a los morenos y aliados, apoderarse del país. No habrá un contrapeso que pueda levantar la voz, simplemente, quien lo intente lo aplastarán.
El problema es que esas decisiones también repercutirían en las inversiones, pues le puedo apostar que se puede generar una incertidumbre por las reformas venideras que podrán entrar sin el menor obstáculo, del tamaño que sea.
¿Cuántas reformas estarán en la mente de la que llegará, en octubre a mandar?
PAPA DE CHECO, UN GESTO DE COMPARTIR PAN Y SAL CON COMUNICADORES
Ayer el papa de Sergio “El Checo” Pérez, el diputado Antonio Pérez Garibay compartió el pan y la sal con el grupo de periodistas que han cubierto sus actividades en el estado de Jalisco. El encuentro fue en la perla tapatía, lugar de su residencia.
Antes lo hizo en la Ciudad de México, con los reporteros de la Cámara de Diputados y puede apostar que fue un gesto de agradecimiento del legislador a los comunicadores.
Pérez Garibay es un personaje con un alto grado de respeto al trabajo de los comunicadores, les reconoce su tarea y aguanta calorcito a las críticas, que son las mínimas.
En el equipo de Sheinbaum, fue un activo de conexión con el empresariado de Jalisco, tiene grandes amigos y es bien visto, a pesar de ser político, pues nadie le regatea la ruta que trazó con su hijo para llegar donde han llegado, y colocar al junior entre los mejores mexicanos de las grandes ligas, hoy su participación ha puesto en grande le nombre de México y ha hecho que se escuche el himno nacional en la Formula 1.
