El grupo islamista, Hamás, anunció durante este viernes la muerte de siete nuevos rehenes que mantenían secuestrados en la Franja de Gaza, quienes habrían fallecido debido a los bombardeos del Ejército de Israel.
La información fue dada a conocer a través de un comunicado de Abu Obeida, el portavoz de las Brigadas al Qasam, brazo armado de Hamás. “Intentamos mantenerlos con vida, pero (el primer ministro israelí) Benjamín Netanyahu insistió en matarlos, a los siete, por ataques del Ejército israelí”, indicó.
Según consignó Radio Biobío, desde el grupo islamista confirmaron la identidad de tres de los rehenes supuestamente muertos, que corresponden a los ancianos israelíes Haim Peri, Yoram Itak Metzger y Amiram Cooper, de los que hace semanas ya habían advertido que no tenían información sobre su estado o paradero, tras perder contacto con la célula que los retenía.
En tanto, Obeida señaló que “hemos confirmado el martirio de varios de nuestros combatientes y el asesinato de siete prisioneros del enemigo en la Franja como resultado del bombardeo sionista. Anunciaremos los nombres de los otros cuatro fallecidos tras confirmar sus identidades”.
Con este anuncio, el número de secuestrados fallecidos en cautiverio desde que comenzó la guerra, incluyendo ambos bandos, aumentó a más de 70.
Cabe destacar que las conversaciones en Doha (con la mediación de Qatar, Egipto y EEUU), para alcanzar un acuerdo de tregua, permitiendo también un intercambio de rehenes por presos palestinos, “avanzaron tímidamente” esta semana, y las posiciones se mantienen alejadas.
Y es que Hamas insiste en que la tregua temporal vaya acompañada con un acuerdo para el cese de las hostilidades en una segunda fase. Sin embargo, Israel se opone, y el primer ministro, Benjamín Netanyahu, describió estas demandas como “delirantes”.
Asimismo, la citada radio detalló que el borrador del acuerdo, el cual aún no se cierra, contempla una tregua de aproximadamente seis semanas, coincidiendo eventualmente con el Ramadán, que empieza el 10 de marzo, e incluiría un canje de diez presos palestinos por cada rehén.
