DE: Nuevo León

Por Alejandro Villegas…
Samuel García sumió a Nuevo León en una crisis jurídica y política, por más que quiera justificarse ahora.
La denuncia de presión y chantaje que presenta llega a destiempo, porque debió hacerse pública en su momento. Pero aún puede promover una acción legal, si cuenta con los elementos necesarios para hacerlo.
Lo cierto es que reasumió por voluntad y decisión propia la gubernatura de Nuevo León, dejando de lado que el Congreso estatal es la instancia ante la que debería acudir, como lo hizo en su momento para solicitar licencia.
Las normas están para respetarse y deben seguirse.
La publicación de una notificación en el Periódico Oficial de Nuevo León, en este caso parece insuficiente, toda vez que en los hechos deja a ese estado aparentemente con dos gobernadores en funciones.
De cualquier forma, será el Congreso de Nuevo León quien determine lo conducente, pero lo que queda claro es que en ese estado Samuel García trata de ajustar la ley a su conveniencia.
Falta por supuesto que el Congreso haga su parte, acuse recibo de la notificación y dé por concluida su licencia.
En el fondo el perjudica es Movimiento Ciudadano que por el momento se queda sin virtual candidato a la presidencia.
Aunque en lo inmediato se manejó que, ante la imposibilidad legal por no separarse en el tiempo legal establecido, de postularse por parte de personajes como Luis Donaldo Colosio o Dante Delgado, podrían recurrir a una candidatura emergente, pero la opción está en el aire.
CRIT
En Sinaloa, el ciudadano presidente no tuvo que cuidar la investidura como si lo hizo en Guerrero y otros lugares.
Ahí la población no tiene reclamos. Ello permite en todo caso actualizar aquella expresión para sugerir abrazos y no reclamos, que es lo que prefiere el ciudadano presidente.
Una forma de optar por escenarios favorables y desdeñar los adversos.