DE: Control

Por Alejandro Villegas…
El ciudadano presidente no está dispuesto a soltar el control de proceso electoral.
Una cosa es que le haya entregado a la ciudadana Claudia Sheinbaum el bastón de mando en un acto que no pasó de ser anecdótico y fake, al no realizarse con una ceremonia tradicional, y otra que ello signifique que se hace a un lado.
De su determinación de mantener el control del proceso da cuenta la forma en que la bajo a su prima del proceso sucesorio en Chiapas, cuando ya muchos la daban por favorita.
Y la precisión que hizo a manera de invitación sobre la conveniencia de que desde el punto de vista moral deberían renunciar todos aquellos que optaran por participar en el proceso interno de selección en los estados, para que no se especule sobre el presunto uso de recursos públicos.
Un discurso que incluye, por supuesto al ciudadano Mario Delgado como presidente de Morena.
Además, sus cotidianas referencias al proceso electoral desde la mañanera, a pesar de la vigencia de la norma que promovió como opositor para que el ciudadano presidente en turno se abstuviera de intervenir de manera directa o hacer alusión desde el discurso a las elecciones o sus participantes.
Por donde se vea el ciudadano presidente en general falta a su palabra al mentir y al juramento que hizo al asumir el cargo, al no cumplir con lo que establece la Constitución, comportamiento que no debe extrañar si se recuerda aquella expresión en la que mandó al diablo a las instituciones, que lejos de ser anecdótica se ha mantenido como una constante en su desempeño.
Registro
Una verdadera estampida resultó el inicio del proceso de inscripción en el proceso interno de Morena en las nueve entidades en las que se elegirá gobernador y jefe de gobierno en 2024.
Ahora falta ver el descarte que de manera obligada dejará resentimientos y una vez más pondrá a prueba la disciplina y unidad en Morena.