Por Ricardo Burgos Orozco
Recuerdo cuando era un niño mi mamá me llevó a Chapultepec. En aquel tiempo no teníamos coche y no había de otra más que irse en el Metro. Meses antes, conocí la Línea 2 porque fui desde Taxqueña al Zócalo para visitar la Catedral Metropolitana; alguna vez en una de mis historias les conté que me descalabré al estrellarme en una imagen dentro del recinto religioso.
El viaje a Chapultepec fue más tranquilo después que mis papás olvidaron su advertencia de no volver a salir conmigo por travieso. En aquel tiempo, había unos camiones color verde – costaban 30 centavos — que te llevaban a la estación Salto del Agua. De ahí tomamos el Metro hacia Chapultepec.
En los años setenta el Metro era muy diferente a como está ahora. Había poca gente en los trenes; incluso había asientos disponibles y nosotros nos fuimos sentados hasta llegar a Chapultepec. Nos gustaba ver lo moderno, lo bien cuidado de sus instalaciones y la tranquilidad con la que caminábamos en sus pasillos.
En 1970 nosotros vivíamos a la orilla de la carretera a Cuernavaca; hacia la Ciudad de México había un letrero enorme que decía: Bienvenidos al Distrito Federal, hogar de 5 millones 500 mil habitantes. Hoy somos varios millones más.
Más de 50 años después, los tiempos han cambiado. Han construido más líneas del Metro, pero todas están saturadas – ninguna se da abasto –, no funciona la 12 por el accidente del 3 de mayo de 2021 y desde su inauguración en septiembre de 1969, no ha habido un mantenimiento mayor en ninguna. Es cierto que también el número de habitantes ha aumentado exponencialmente.
Tuvo que pasar más de medio siglo para que las autoridades del Sistema de Transporte Colectivo anunciaran la rehabilitación en la Línea 1 y hasta habrá trenes nuevos. Nunca antes se había hecho, pero más vale tarde que nunca. La falta de mantenimiento – aunque digan lo contrario — provocó el desplome del tren en Olivos y Tezonco, de la Línea 12 del 3 de mayo de 2021. Creo aprendieron la lección, aunque costo 26 vidas.
Para los trabajos en la Línea 1 van a cerrar doce estaciones a partir del 11 de julio hasta marzo de 2023: Salto del Agua, Isabel la Católica, Pino Suárez, Merced, Candelaria, San Lázaro, Moctezuma, Balbuena, Boulevard Puerto Aéreo, Gómez Farías, Zaragoza y Pantitlán. De marzo a agosto de 2023 iniciará la segunda y última etapa con la suspensión del servicio en Observatorio, Tacubaya, Juanacatlán, Chapultepec, Sevilla, Insurgentes, Cuauhtémoc y Balderas.
Van a permanecer abiertas aquellas estaciones donde se hace transbordo para facilitar la correspondencia de los usuarios. El gobierno de la Ciudad de México anunció que habrá autobuses de apoyo en toda la ruta de la Línea 1 en el mismo horario del Metro; el pago será con la tarjeta de Movilidad Integrada.
Quienes viajamos en la Línea 1 vamos a tener que armarnos de paciencia durante muchos meses y salir más temprano para llegar a nuestro trabajo o adonde tengamos que hacerlo. Esperemos que las autoridades cumplan con los tiempos programados.
