DE: Seguridad

Por Alejandro Villegas…
El año está por concluir sin que se logre pacificar a entidades como Sinaloa y Michoacán.
Por más pretendidos objetivos prioritarios que se aprehendan y laboratorios que se desmantelen, lo evidente es que las fuerzas del orden hasta donde se aprecia están lejos de alcanzar un resultado satisfactorio.
En principio, simple y sencillamente porque no se ha hecho público un diagnóstico real y cuantificable de la tarea por desarrollar.
A ciencia cierta, la colectividad recibe información sobre acciones realizadas sin conocer las verdaderas dimensiones y peso del crimen organizado.
En tanto que a la par, hay procesos que no terminan de cerrarse e indagatorias que simple y sencillamente, son objeto de una atención laxa.
Casos como los de la Barredora y el Huachicol fiscal, fueron ubicados fuera del foco de la atención social, a partir de la secrecía que debe tenerse en torno a todo proceso, en una acción que no se lleva a cabo en todos los casos.
Por donde se vea, por más reducción que se registre en materia de crímenes dolosos, lo evidente es que el panorama de la seguridad es mucho más amplio, y no todos los crímenes que se registran en el país son denunciados.
En tanto que la información pública, que resguarda el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública se presenta en forma por decir lo menos poco accesible y comprensible.
En todo caso, lo verdaderamente importante debiera ser que palacio nacional tomara como referente obligado, la verdadera percepción social que prevalece en el ámbito de la seguridad, pero desafortunadamente, sus evaluaciones contrastan con la realidad.
Agua
El pago a Estados Unidos de la deuda de agua se realiza y el argumento de que no se afectaría a los productores de campo mexicano, cambió para establecer que se les afectará en la menor medida posible.
Por supuesto, sin que se brinden detalles sobre los acuerdos alcanzados, por parte de quienes aseguran que son diferentes.