Por Victor Hugo Celaya Celaya…
El Banco de México (Banxico) se prepara para su última decisión de política monetaria del año, en un entorno de presiones inflacionarias y un crecimiento económico estancado. El consenso del mercado anticipa un recorte de 25 puntos base, lo que situaría la tasa de interés en 7.00%. Esta medida representaría el decimotercer recorte consecutivo desde febrero de 2024, un ciclo de relajación monetaria que busca estimular la actividad económica ante un pronóstico de crecimiento cercano a cero para 2025 y una modesta expansión del 1.1% para 2026. La decisión se da en un contexto complejo, con una inflación anual que repuntó al 3.80% en noviembre, por encima de lo esperado, y con riesgos latentes como la posible imposición de aranceles y nuevos impuestos que podrían presionar los precios al alza.
La Junta de Gobierno de Banxico enfrenta el desafío de equilibrar la necesidad de impulsar la economía sin descuidar su mandato principal de control de la inflación. La comunicación del banco central será clave para anclar las expectativas del mercado, especialmente en lo que respecta a la trayectoria futura de las tasas de interés. Algunos analistas prevén una pausa en el ciclo de recortes a principios de 2026 para evaluar el impacto de las presiones inflacionarias, mientras que otros esperan que la relajación monetaria continúe. La decisión de Banxico también estará influenciada por las acciones de la Reserva Federal de Estados Unidos, que recientemente recortó sus tasas, pero señaló un umbral alto para futuras reducciones. La credibilidad de Banxico está en juego, ya que algunos miembros de la junta han expresado dudas sobre la viabilidad de alcanzar la meta de inflación del 3% en el corto plazo.
¿Cómo prepararnos?
- Monitorear de cerca el comunicado de Banxico para entender la justificación detrás de la decisión y las señales sobre futuros movimientos.
- Evaluar el impacto del recorte de tasas en los costos de financiamiento y las decisiones de inversión.
- Analizar la evolución de la inflación y las variables macroeconómicas para anticipar posibles cambios en la política monetaria.
