Select your Top Menu from wp menus
18 de noviembre de 2025 9:36 pm
DE: Daño

DE: Daño

Por Alejandro Villegas….
La ciudadana presidenta acusó recibo de manera directa e inequívoca del efecto de la marcha del movimiento Z, al tratar de desdeñarla y minimizar sus efectos.
En un pretendido alarde de solidez, refirió que no les harán nada y en el extremo trató de comparar la fuerza del movimiento Z, con el evento a modo que tuvo en Palizada, Campeche, cuyo nombre por cierto no recordó en un primer momento hasta que fue auxiliada por sus corifeos.
Aún, más insistió en su pueril intento por exhibirla como una marcha violenta y alentada por quienes considera sus adversarios, sin exhibir prueba alguna, encuadrando todo en la afamada operación saliva y el clásico calumnia que algo queda. Además de indicar que se seguirá con las investigaciones para saber quien está detrás del movimiento Z.
Lo que no dijo es que las acciones del movimiento Z no se limitaron a la ciudad de México, y abarcaron otros estados, en donde al igual que en la CDMX, mediante infiltrados se trató de mancharlas y exhibir a sus participantes como violentos.
Tampoco habló de la legalidad de las detenciones realizadas, ni profundizó sobre el proceso legal que se seguirá, en un abierto lavamanos, para evadir un tema incómodo.
El movimiento de la generación Z, al igual que el del Sombrero son netamente orgánicos y ello es lo que más temor causa en la 4T, pero sobre todo en palacio nacional, en donde lo expresado recuerda la típica escena del púgil que, tras recibir un impacto sólido, a pesar de exhibir un hematoma, niega daño alguno con la cabeza, se golpea el pecho e invita a su adversario a seguir con el intercambio de golpes.
Lo evidente es que el movimiento Z representa una amenaza seria para la ciudadana presidenta en particular y la 4T en general, porque se traduce en un despertar de las conciencias que deja en claro que no todo México es el pueblo bueno.
Cesión
La confirmación, por parte de la ciudadana presidenta de que las aerolíneas nacionales cedieron parte de sus slots en el Aeropuerto Internacional de la CDMX, a aerolíneas estadounidenses deja dos mensajes claros.
El primero de qué lado realmente se manda y quien acata, eso si sin violar la soberanía; y en segundo lugar que por alguna razón evidente el AIFA no es del agrado de las aerolíneas estadounidenses.

Related posts