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9 de noviembre de 2025 1:03 pm
Fiscalía de Michoacán oculta pruebas clave del asesinato de Manzo

Fiscalía de Michoacán oculta pruebas clave del asesinato de Manzo

*Videos y testimonios muestran que el presunto sicario fue capturado con vida y ejecutado después, mientras la Fiscalía de Michoacán alteraba evidencias y ocultaba pruebas clave.

Por Guadalupe Lizárraga

El asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, el 1 de noviembre, expone un caso marcado por contradicciones, omisiones y silencios oficiales. Analistas del Grupo Pascal Bourne que investigaron también el caso Ayotzinapa, realizan un análisis paralelo a la información oficial difundida por la Fiscalía General de Justicia del Estado de Michoacán (FGJE) y por el titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana federal, Omar García Harfuch.

Dos identidades para un mismo crimen

El 6 de noviembre, el fiscal estatal Carlos Torres Piña informó que el autor material del crimen era Víctor Manuel Ubaldo Vidales, de 17 años, originario de Paracho, Michoacán. Se expuso su fotografía y dijo que el joven era adicto a las drogas y que su cuerpo había sido reclamado por su familia tras haber sido abatido en el lugar de los hechos.

Sin embargo, dos días antes, el 4 de noviembre, García Harfuch había identificado públicamente al agresor como Osvaldo Gutiérrez Vázquez, alias “El Cuate”, de 19 años, presunto sicario del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), originario de Apatzingán. Incluso, en ese momento, la propia fiscalía estatal avaló esa versión, la cual fue reiterada el 5 de noviembre ante medios de comunicación.

Primera imagen que circuló el 4 de noviembre de 2025 como el atacante de Manzo.
Primera imagen que circuló el 4 de noviembre de 2025 como el atacante de Manzo.

Un día después, la versión cambió abruptamente: se presentó un nuevo nombre, un nuevo origen y un nuevo perfil del atacante.

Para el Grupo Pascal Bourne, el cambio de identidad, edad y procedencia del agresor “no puede ser un error administrativo”, sino una señal de ocultamiento deliberado. “Durante cuatro días no identificaron correctamente al sicario. En esos días lo presentaron como otra persona. Esa confusión no es casualidad”, afirma el portavoz.

Muchos testigos registraron con su celular el momento en que un joven con sudadera blanca dispara contra el alcalde y luego intenta huir, pero no alcanza a correr más de cinco metros antes de ser sometido por civiles y policías municipales.

“El sicario no alcanzó a correr los cinco metros, lo detienen, hay un breve forcejeo y luego lo someten, y enseguida se produce el disparo que termina con su vida”, precisa el analista.

En los videos que circularon en redes se observa que los agentes lo golpean mientras está arrodillado. A su alrededor, integrantes de la Guardia Nacional permanecen a la distancia sin intervenir.

“En cualquier otro sitio del mundo, detener con vida a un sicario sería un gran logro para las fuerzas del orden, llámese policía municipal, policía ministerial, guardia nacional Sedena”, explicó el portavoz del Grupo Pascal, y cuestionó:

“Manzo está junto a su sombrero, el sicario está arrodillado… Lo arrodillaron, y luego lo ejecutaron. Es bastante clara la ejecución extrajudicial”.

En la imagen de la izquierda se observa el sicario boca abajo en sudadera blanca y la mancha de sangre en la espalda señalada por el círculo rojo. En la imagen de la derecha, el sicario yace muerto boca arriba evidenciando la manipulación del cuerpo. Foto: detalles de videos en las redes.

El portavoz del Grupo Pascal dijo a Los Ángeles Press que han revisado minuciosamente los videos difundidos por los medios para identificar las circunstancias del crimen que contrastan con el silencio oficial.

“El joven sicario de Paracho dispara a unos dos metros del alcalde, por eso no necesitaba ser un experto, a esa corta distancia tenía que atinarle. Poco después, cuando lo están golpeando, se escucha un breve interrogatorio. Una voz le grita: ¿Quién te mandó, hijo de tu puta madre?

El portavoz explica que ese audio es clave, porque demuestra que el joven estaba vivo al momento de ser interrogado.

“En las imágenes se aprecia que el sicario está boca arriba, mueve el brazo izquierdo, y eso significa que aún tenía signos vitales”, describe el analista.

Sin embargo, en otra fotografía posterior, el cuerpo aparece boca abajo, con una mancha de sangre en la parte posterior de la sudadera, sobre el hombro izquierdo, muy cerca del corazón.

Policías municipales alrededor del cuerpo del sicario en sudadera blanca donde se puede observar la mancha de sangre. Foto: Detalle de video.

“Se aprecia en la imagen del cadáver del sicario boca abajo una leve mancha, en la parte posterior de la sudadera de su hombro izquierdo, muy cerca del corazón, y éste pudiera ser el impacto de entrada del proyectil de la pistola que lo ejecutó”, puntualiza el portavoz.

El disparo, a esa altura, revela que el joven fue herido por la espalda mientras se encontraba inmovilizado. “Al parecer estaba desmayado por los golpes, pero le alcanzaron a preguntar quién lo había mandado y él respondió”, añade el analista.

“No se ha revelado el calibre del arma que ejecutó al sicario; tampoco si fue un proyectil normal o expansivo. Ninguna autoridad le ha dado importancia a la ejecución del sicario”, cuestiona.

“El cambio de identidad del sicario y la omisión de las circunstancias de su muerte —que configuran una ejecución extrajudicial— evidencian manipulación de la escena y ocultamiento de información”, sostuvo el portavoz del Grupo Pascal.

El video de la sudadera blanca

La Fiscalía de Michoacán presentó posteriormente un video donde se observa la compra de la sudadera blanca que portaba el tirador al momento del ataque al alcalde Carlos Manzo. Según la propia fiscalía, las imágenes fueron tomadas por dos cómplices que grabaron la operación. Es uno de los elementos más controvertidos para el Grupo Pascal.

Advierte que ese video plantea una pregunta incómoda:

“¿Cómo es que la autoridad tuvo acceso al video de uno de los cómplices? No era un video público ni difundido en redes. Fue proporcionado directamente a la fiscalía, lo que obliga a explicar quién lo entregó, cuándo y bajo qué circunstancias.”

Detalle del video que muestra la compra de la sudadera y que entregaron a la Fiscalía de Michoacán el 7 de noviembre de 2025.

El fiscal de Michoacán debe de explicar cómo le llegó este video de la compra de la sudadera a las autoridades, quien lo recibió, cuándo, a qué hora, en qué celular, quien se lo envió; en fin, tienen que justificar la manera en que lo obtuvieron y si no pueden o no quieren, deben ser destituidos e indiciados por complicidad en el asesinato de Carlos Manzo.

De acuerdo con el Grupo Pascal Bourne, el joven fue obligado a comprar esa prenda por instrucciones directas de sus jefes, quienes necesitaban identificarlo fácilmente durante la operación. “Hasta presentaron el video de la compra, de manera muy oportuna. Es evidente que le compraron la sudadera para ubicarlo y ejecutarlo después”, señaló el portavoz a Los Ángeles Press.

La fiscalía afirmó que dos cómplices grabaron la compra, lo que implica que el video estuvo originalmente en manos del grupo delictivo.

“Es un hecho que le compraron la sudadera para identificarlo antes de cometer el atentado y posteriormente ubicarlo para ejecutarlo; hasta el video de la compra presentaron de manera muy oportuna”, dijo. “Cómo es que la autoridad tuvo acceso al video de uno de los cómplices?”.

Otra anomalía detectada por el Grupo Pascal Bourne es la manipulación del cuerpo y de la vestimenta del atacante.

En la primera fotografía difundida por los medios el joven sicario no lleva la sudadera blanca, mientras que en la segunda aparece con la sudadera blanca y boca abajo, y finalmente lo dejaron desnudo del torso y boca arriba, lo que contradice la secuencia del ataque y los tiempos de aseguramiento.

“La fiscalía no tenía que manipular su indumentaria, es una escena del crimen y los policías sabían que no debían manipular al occiso ni alterar las evidencias. No hay justificación legal”, advierte el analista.

Para los investigadores, esa alteración “podría constituir un delito” porque obstaculiza la reconstrucción del hecho y altera la cadena de custodia.

De igual modo, se perdió rastro del celular del sicario, que se observa claramente en una imagen tomada frente al hotel donde se hospedó momentos antes del ataque. “Ninguna autoridad ha dicho qué pasó con ese teléfono, a quién llamó ni qué contenía. Es una omisión clave”, subrayó.

El sicario mientras camina hacia su objetivo va con un celular en la mano. Foto: Detalle de video.
El sicario mientras camina hacia su objetivo va con un celular en la mano señalado en el círculo rojo. Foto: Detalle de video.

El hombre que condujo a Manzo al punto del ataque

En los videos analizados por el Grupo Pascal Bourne se observa la presencia de un hombre vestido de civil, que porta un radio de comunicación y que, en otras imágenes, aparece junto al equipo de seguridad del alcalde Carlos Manzo. Su rostro puede identificarse con claridad.

Según el análisis, este individuo interviene de manera directa en los momentos previos al ataque: cuando Manzo ya se retiraba de la plaza en dirección opuesta a la enorme catrina —el punto donde minutos antes había estado—, el hombre le hace una seña y le pide que regrese.

Esa acción redirige al alcalde exactamente hacia el sitio donde segundos después sería asesinado. Pese a su evidente participación y a los registros gráficos que lo muestran actuando como parte del equipo de seguridad, las autoridades no lo han identificado ni presentado públicamente, lo que para los analistas refuerza la hipótesis de complicidad interna en el crimen.

El agente vestido de civil en el momento en que propició que se diera el atentado contra el alcalde Carlos Manzo (de sombrero), lo llama para que el alcalde se regrese al punto donde posteriormente fue atacado. Foto: detalle de videos.

El encubrimiento y la línea política

Los analistas del Grupo Pascal sostienen que la ejecución del tirador impidió llegar a los autores intelectuales. El interrogatorio previo, aunque breve, sugiere que el joven sí reveló quién lo había enviado, pero esa información no aparece en ningún comunicado oficial y es omitido en los videos dados a los medios.

El portavoz señala además que la Fiscalía de Michoacán y la Secretaría de Seguridad actuaron con coordinación irregular en la difusión del video y en el cambio de identidad del agresor. “El hecho de que la fiscalía haya recibido el video grabado por los cómplices y lo presentara como prueba la coloca en una posición comprometedora”, afirma.

Entre las líneas de investigación que el Grupo Pascal considera relevantes se encuentran las rivalidades políticas del gobernador con Manzo y la reciente detención de ‘El Rino’, operador del CJNG, por el equipo de Manzo, lo que habría modificado los equilibrios entre grupos criminales y autoridades.

“Este caso es muy corrupto y lo quieren cerrar cuanto antes”, concluye el portavoz.

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