Por Victor Hugo Celaya Celaya…
La situación en Medio Oriente sigue siendo volátil, a pesar de los esfuerzos por mantener un alto el fuego en Gaza. Durante el fin de semana se reportaron ataques aéreos israelíes en la Franja que amenazan la frágil tregua, aunque Israel ha indicado que el cese al fuego y la entrada de ayuda humanitaria se reanudarán. Simultáneamente, se registraron ataques israelíes en el sur de Líbano que resultaron en víctimas mortales, lo que eleva el riesgo de una escalada regional. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha declarado que Israel no buscará aprobación externa para sus operaciones militares, lo que añade una capa de incertidumbre a la ya tensa dinámica regional.
El conflicto en Gaza, que se desató en octubre de 2023, ha tenido consecuencias humanitarias devastadoras y ha reconfigurado las alianzas geopolíticas en la región. La comunidad internacional sigue dividida, con Estados Unidos presionando a Israel para permitir la entrada de ayuda y evitar una catástrofe humanitaria, mientras que otros actores regionales e internacionales apoyan la causa palestina. La posibilidad de que el conflicto se extienda a otros frentes, como Líbano, o que Irán se involucre más directamente, es una preocupación constante. Esta semana, la diplomacia internacional trabajará a marchas forzadas para contener la violencia y evitar una conflagración mayor.
¿Cómo prepararnos?
- Monitorear el impacto de la inestabilidad en Medio Oriente en los precios del petróleo y los mercados energéticos globales.
- Evaluar los riesgos geopolíticos para las empresas con operaciones o intereses en la región.
- Apoyar los esfuerzos diplomáticos multilaterales que buscan una desescalada del conflicto y una solución pacífica y duradera.
