DE: Recursos

Por Alejandro Villegas….
La entrada en vigor de las modificaciones de la Ley de Amparo permitirá apreciar la forma en la que se aplicará. En teoría no hay retroactividad, pero bastará con que un juzgador determine la reposición del proceso para que se aplique la nueva norma.
A fin de cuentas, el cambio en las normas y su aplicación terminará por evidenciar los verdaderos objetivos y resultados de la reforma que lejos de favorecer al ciudadano, merma su capacidad de defensa al acotar tiempos y en el caso de los litigios en materia fiscal, dejar abierta la puerta para la incautación de recursos del quejoso.
En esencia el amparo buscaba poner un freno a actos abusivos de la autoridad, para que no se cometieran, pero ahora todo indica que se cometerán y posteriormente se verá si se concede o no el amparo.
En el fondo, el discurso de la 4T busca proyectar un beneficio social, que está lejos de apreciarse.
En todo caso las beneficiadas serán las autoridades, que podrán actuar de manera abierta y abreviarán el proceso.
Por el momento, hay que esperar para que el tiempo y las determinaciones de los jueces se encarguen de evidenciar las afectaciones que derivarán de las reformas a la Ley de Amparo que entran en vigor.
Se confirma la validez de aquel señalamiento que indica que quien hace la ley, hace la trampa.
Explicación
A una semana de la desgracia, con un video en redes sociales, la ciudadana presidenta busca informar a la colectividad las acciones que se llevan a cabo, cuando la verdadera prioridad es constatar que los trabajos avanzan y se apoya a quienes lo perdieron todo.
Ha afirmado que hay recursos económicos para atender la situación, pero no se ha dicho como se aplicarán y distribuirán.
Lo evidente es que los que pagan el costo social, son los damnificados que, a una semana de la desgracia, permanecen como verdaderos precaristas sociales.
Mucha visita y trabajo, pero de la reposición de sus enseres y la reconstrucción de las casas, nada. Todo indica que al que sucedió en Acapulco, la 4T seguirá la senda marcada por el machuchón mayor, para que cada quien se preocupe por su tema.