DE: Orden

Por Alejandro Villegas….
La actuación de quienes cometieron actos de vandalismo en el marco de la conmemoración del 2 de octubre, permite apreciar el doble discurso de la 4T.
Por un lado, se amurallan para protegerse y del otro, permiten que se afecte el patrimonio público y de particulares en actor vandalismo que rayan en la anarquía.
El argumento de que no cayeron en la provocación y no reprimieron a nadie, no tiene cabida, porque simple y sencillamente lo que debieron hacer las autoridades, fue aplicar la ley e imponer el orden.
El derecho a la libre manifestación, tiene como principal limite la afectación a terceros y por supuesto del patrimonio y los bienes públicos.
Las corporaciones policiacas y seguridad, obviamente acatan ordenes, y las cumplen por lo que es necesario identificar a los verdaderos culpables de que la situación se haya salido de control, cuando se pudo actuar desde el primer momento, para encapsular y detener a los rijosos, a fin de que el grueso de los participantes en la marcha cumplieran con su cometido.
Sin embargo, al propiciar que la situación creciera se creó un escándalo mayúsculo que captó la atención social, lo que llama a pensar en que se actuó de manera premeditada para dejar que los rijosos hicieran de las suyas.
Por supuesto que la policía de la ciudad de México cuenta con la experiencia necesaria para encapsular, someter y detener a los integrantes del bloque negro, pero alguien no les dio la instrucción de imponer el orden.
El desgastado argumento de que no se reprime a nadie, ni se caen en provocaciones, en casos como este no aplica porque con ello se propicia la anarquía.
Festejo
El evento que se prepara en el zócalo de la CDMX, para arropar a la ciudadana presidenta, solo deja en evidencia su urgencia de sentirse querida. La duda es cuánto costará a las arcas públicas federales, estatales y municipales ese baño de pueblo.
La 4T no acarrea, solo ayuda al pueblo bueno a desplazarse. Parte de los otros datos que se complementan con argumentos y discursos a modo.