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6 de septiembre de 2025 8:32 am
San Lázaro: ¿a quién escucha la Presidenta?

San Lázaro: ¿a quién escucha la Presidenta?

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El martes 2 de septiembre rindió protesta como presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados Kenia López Rabadán, cumpliéndose así la ley que asigna ese cargo a las tres fuerzas más votadas.

En el primer año de la 66 Legislatura, esa distinción recayó en Ifigenia Martínez, a quien Claudia Sheinbaum pidió respaldar, pues quería que esa emblemática política encabezara la sesión de su toma de protesta.

Al fallecer la entrañable maestra, la presidencia de la Cámara quedó en manos del vicepresidente de Morena, Sergio Gutiérrez Luna, quien en el trienio anterior había tenido ese encargo (2021-2022).

En este segundo año de la Legislatura, la responsabilidad de conducir el debate debe recaer en algún representante de Acción Nacional, segunda fuerza más votada, y en el tercer y último en la bancada del Partido Verde Ecologista de México.

Si bien la coalición oficialista obtuvo 54% de los votos, sus tres logos se quedaron con 72.8% de las curules, producto de la sobrerrepresentación del sistema electoral, la cual colocó al PVEM en tercer lugar.

Esa distorsión matemática sustenta el abuso de poder con el que Morena y sus aliados pretenden desdibujar a las oposiciones que, siendo minorías, en las urnas recibieron el respaldo de 46% de los votantes.

Por eso, algunos legisladores del oficialismo quisieron quedarse un segundo año más con la presidencia de la Mesa Directiva. Pero, al final, el acuerdo se honró gracias a la capacidad de persuasión del coordinador morenista Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política, quien por desoír a los estalinistas caciquiles del llamado movimiento transformador es blanco de su golpeteo.

Quienes construyeron y cuidaron el proceso de relevo en la presidencia de San Lázaro relatan que fueron intensos los cabildeos del jefe de los morenistas, tanto en su bancada como con la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez.

Testigos de las deliberaciones de los coordinadores, entre el 31 de agosto y el 2 de septiembre, aseguran que en la Cámara todavía funciona el teléfono rojo que comunica al líder de la mayoría parlamentaria con la titular del Ejecutivo.

Además del morenista, en la junta de coordinadores están Ivonne Ortega (MC) y Rubén Moreira (PRI), experimentados políticos que cerraron filas con José Elías Lixa (PAN), apoyándolo en la tarea de aguantar presiones y condicionamientos de la 4T.

Significativo fue el respaldo a las reglas parlamentarias por parte de Carlos Puente (PVEM) y Reginaldo Sandoval (PT). En 2019, cuando también hubo regateo al derecho del PAN a presidir, los petistas querían que Porfirio Muñoz Ledo se quedara en el cargo un segundo año.

Destaca el hecho de que el coordinador Lixa mostró tablas para conducir la bancada panista que, con disciplina, esperó el desenlace, después de proponer cuatro perfiles lejanos a la docilidad y relevantes en la tribuna: Margarita Zavala, Federico DöringGermán Martínez y Kenia López, quien como vicepresidenta del PAN en la Mesa ya había demostrado institucionalidad en la conducción de la asamblea.

Así que, con el visto bueno presidencial y el consenso de las seis bancadas, la diputada presidenta rindió protesta:

“En esta Presidencia me comprometo a garantizar el derecho de cada diputada y de cada diputado a representar a sus votantes y a defender su posición (…) a respetar a las mayorías que aquí se construyen y a las voces de las minorías y lo que representan”, dijo la panista.

Sobre este episodio, que marca una oportunidad para que se reivindique la democracia plural, el debate profundo y el peso de los proyectos por encima de bravuconerías personales, habló ayer Ricardo Monreal en su clase de Poder Legislativo en el Posgrado de la Facultad de Derecho de la UNAM:

“En lo personal, creo que está bien, porque es el derecho de las minorías. Yo tengo problemas internos con mi partido, porque no se entiende en algunos lugares ¿por qué se le cedió la presidencia al PAN, si somos mayoría? Porque la ley así lo establece”.

Frente a esas pulsiones de estalinismo caciquil del partido gobernante, en la Cámara de Diputados imperó la política.

Porque, a diferencia del Senado, donde Adán Augusto López Fernández Noroña optaron por atropellar a la oposición, al grado de inventar que PAN y PRI solicitaban el ingreso de tropas de Estados Unidos, en San Lázaro todavía existe el diálogo, gracias al entendimiento que de la gobernabilidad democrática tiene el jefe de los morenistas, característica que enfada a los operadores de la propaganda oficial.

¿A qué interlocutores de su partido escucha la mandataria? ¿A quiénes quieren aplastar a las minorías o a quienes saben que los gobiernos democráticos están obligados a respetarlas?

En el caso de San Lázaro habría tenido oídos para ambas partes. Para quienes argumentaron que cumplir con la ley era lo mejor y para los adversarios de la pluralidad que se negaban a la imagen de una diputada de la oposición recibiendo el Informe de Gobierno.

Veremos qué decide para la foto del 15 de septiembre.

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