DE: Percepción

Por Alejandro Villegas………..
La imagen visual de la ciudadana presidenta en la sesión inicial del máximo tribunal de la nación, lo dice todo, contrasta con el rostro de los nuevos ministros y los presidentes tanto del Senado como de la Cámara de Diputados.
En el fondo se percibió el manejo del titiritero mayor, mediante la conservación de una parafernalia que no es obligatoria, como la del bastón de mando, pero que es útil para ganar el aplauso del pueblo bueno.
Si bien en el mensaje que emitió en ocasión de la entrega de su primer informe de gobierno, la ciudadana presidenta le dio la bienvenida al nuevo poder judicial, cedió por completo los reflectores a los nuevos ministros que, con una parafernalia a modo, simbólica y pretendidamente legitimadora.
Trataron de proyectar una imagen de acompañamiento social alejada de la realidad.
El discurso del ciudadano ministro Hugo Aguilar Ortiz fue vacuo y plagado de generalidades. La austeridad y la eliminación del nepotismo, la coordinación y la independencia estuvieron presentes. Así como el intento de la proyección de un cambio inmediato que sólo existe en el discurso, ya que será el desempeño de los ministros la pieza única que fundamente una evaluación social, que con el tiempo será obligatoria, sin pasar por urna o sondeo alguno.
Lo cierto es que la voluntad del titiritero mayor se cumplió y pasó sobre la imagen tradicional del día del informe presidencial, para obsequiarse un triunfo a la distancia.
La percepción de quién y desde dónde se controlan los hilos del poder, se incrementa.
El bastón de mando será guardado y olvidado, como aquel que en su momento recibió la hoy ciudadana presidenta, como candidata, hasta que vuelva a ser útil, en términos de imagen y efectismo político, en tanto que a casi siete años de distancia el discurso de la austeridad y el cambio, se mantienen.
Mensaje
El mensaje de la ciudadana presidenta ante alrededor de 300 invitados, desde palacio nacional en ocasión de la entrega de su primer informe de gobierno, trató de proyectar la imagen de un país ideal que dista mucho de la realidad que perciben a diario los ciudadanos, en los planos de la seguridad, economía y bienestar.
En los hechos informó sobre doce meses de gobierno, cuando en realidad, recién cumplió once, lo que deja claro que las formas y el fondo, son de poca relevancia desde el ejercicio del poder, cuando se confía en la obediencia y acatamiento del pueblo bueno.