Con el arranque del ciclo escolar 2025-2026, más de 23 millones de estudiantes de nivel básico volverán a las aulas el próximo 1 de septiembre. Además de los gastos en útiles, uniformes e inscripciones, los padres de familia enfrentan pagos administrativos y operativos como colegiaturas, seguros y transporte escolar; sin embargo, algunos de estos desembolsos pueden aliviar la carga económica al ser deducibles de impuestos en la declaración anual.
De acuerdo con el Colegio de Contadores Públicos de México, existen dos gastos directos y uno indirecto relacionados con la educación de los hijos que los contribuyentes pueden deducir.
Colegiaturas: un estímulo fiscal
El pago de colegiaturas en escuelas privadas no se considera una deducción personal, sino un estímulo fiscal, lo que significa que no se acumula en el límite de deducciones personales (5 UMAs anuales, equivalentes a 206,367.6 pesos en 2025, o el 15% del ingreso total del contribuyente, lo que resulte menor).
Los montos máximos deducibles por nivel educativo son:
- Preescolar: $14,200 pesos
- Primaria: $12,900 pesos
- Secundaria: $19,900 pesos
- Bachillerato o equivalente: $24,500 pesos
- Educación técnico-profesional: $17,100 pesos
Transporte escolar obligatorio
El segundo gasto directo deducible es el transporte escolar, siempre que sea obligatorio. En este caso, el gasto sí se acumula al total de deducciones personales del contribuyente.
Seguro de gastos médicos mayores
Como gasto indirecto, se pueden deducir las primas de seguros de gastos médicos mayores, siempre y cuando sean contratadas y pagadas por el padre de familia. Algunas escuelas lo exigen como requisito de inscripción, aunque también puede contratarse de manera independiente.
Requisitos para deducir
Para que estas deducciones sean válidas en la declaración anual, se deben cumplir con ciertos requisitos:
- Contar con factura o CFDI a nombre del padre o madre que realiza la deducción.
- Incluir, en caso de requerirse, datos del estudiante como la CURP.
- Realizar el pago mediante tarjeta de crédito, débito, transferencia bancaria o cheque; los pagos en efectivo no son deducibles.
“Mejorar la planeación fiscal de los padres de familia puede ayudar a enfrentar la carga económica de la educación privada”, explicó Roberto Colín, miembro del Colegio de Contadores Públicos de México.
