*Eduardo Margolis, con vínculos históricos con Cárdenas Palomino y García Luna, reactivó su red de influencias para promover apelación contra Israel Vallarta.
El abogado de Margolis tenía varios días presionando a Gertz Manero para que presentara la apelación contra la libertad de Vallarta.
Cárdenas Palomino, trasladado a un penal de menor seguridad en el Estado de México, es parte de la operación para mantener preso a Israel Vallarta.
Por Guadalupe Lizárraga
Ciudad de México.– La apelación anunciada ayer por el fiscal general Alejandro Gertz Manero contra la reciente liberación de Israel Vallarta Cisneros —víctima de delitos fabricados y tortura— no es una iniciativa exclusiva del fiscal. Detrás de esta ofensiva judicial se encuentra Eduardo Cuauhtémoc Margolis Sobol, empresario con un historial de injerencia en casos construidos bajo tortura y con vínculos estrechos con altos mandos policiales desde los sexenios de Vicente Fox y Felipe Calderón.
Desde el viernes pasado, antes de que Gertz formalizara su anuncio en la conferencia matutina de Claudia Sheinbaum, el abogado de Margolis inició gestiones para reactivar el juicio contra Vallarta. La maniobra se apoya en el mismo argumento de “justicia para las víctimas” que, de acuerdo con la investigación publicada en 2015 por la periodista Emmanuelle Steels, se trata de víctimas falsas utilizadas en el montaje televisivo de Carlos Loret de Mola sobre el caso Cassez-Vallarta.
En un mensaje irónico en su cuenta de X, Steels cuestionó:
“¿Hablan de la señora que gritaba ‘no los peguen, ellos no hicieron nada’ durante el montaje? ¿O del señor que le suplica a la fiscalía dejar de molestarlo con ese caso?”.
Cárdenas Palomino, el socio clave
Eduardo Margolis, con una conexión directa con Genaro García Luna desde el CISEN (1989) y posteriormente la AFI (2001), ha mantenido una alianza operativa con Luis Cárdenas Palomino, exmando de la Policía Federal y pieza central del aparato de seguridad de García Luna. Con él coordinó rescates de secuestros de miembros de la comunidad judía en México, un apoyo que, según testimonios, también utilizó para amedrentar adversarios e incluso a integrantes de la misma comunidad.
Este vínculo no es menor: Cárdenas Palomino enfrenta cargos por tortura en el caso de Israel Vallarta, lo que conecta directamente su interés con la apelación impulsada por Margolis. De acuerdo con un reportero, en la conferencia de prensa de Israel Vallarta frente a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Cárdenas Palomino fue trasladado a un penal del Estado de México, pese a que sus delitos están tipificados como de máxima seguridad. En el siguiente video se muestran Israel Vallarta y el activista de derechos humanos Alejandro López Ponce de León.
Control de daños y denuncias internas
En los últimos días, Margolis ha despedido personal de sus empresas en un intento por contener filtraciones sobre los movimientos de su abogado para respaldar la apelación del fiscal general. Sin embargo, la denuncia formal de una de sus víctimas —un abogado de la Comunidad Judía de México—, por amenazas, calumnias y difamaciones, se suma a la investigación que el gobierno de Estados Unidos mantiene sobre sus presuntos delitos financieros, entre ellos lavado de dinero, triangulación de recursos de procedencia ilícita y evasión fiscal. A raíz de estas indagatorias, recientemente le fue revocada su visa estadounidense.
La fuente sostiene que lo que más incomoda a Margolis es que las acusaciones provengan desde dentro de la comunidad, y recuerda casos como el de Andrés Roemer, a quien —asegura— la red de protección interna ayudó a huir a Israel para evadir la justicia mexicana por cargos de abuso sexual y violación. Para el denunciante, este patrón de protección y encubrimiento se repite ahora en el caso Vallarta: Margolis estaría activando las mismas alianzas y mecanismos que en otros episodios de alto perfil, no solo para blindarse frente a las investigaciones en su contra, sino para intervenir directamente en procesos judiciales y garantizar que no se derrumbe la narrativa construida en el montaje de 2005.
Margolis mantiene todavía una amplia red de influencias locales, dice, pero hoy su principal aliado es el propio fiscal general Alejandro Gertz Manero, que articula la estrategia para frenar la libertad definitiva de Israel Vallarta.
