Un grupo de aproximadamente 300 migrantes, entre mujeres, hombres y niños, inició una larga travesía desde Chiapas con destino a la Ciudad de México, en busca de mejores condiciones de vida y protección legal. La caravana, conformada por personas provenientes de Cuba, Haití, Venezuela, Colombia, Perú y varios países africanos, partió con una fuerte convicción: “migrar no es un crimen”.
Antes de emprender el camino, el sacerdote Heyman Vázquez Medina dirigió una emotiva oración para pedir por la seguridad y justicia de quienes se aventuran a dejar atrás sus hogares en búsqueda de un futuro digno. Esta frase, repetida a lo largo del recorrido, es el grito que acompaña a los migrantes en cada paso que dan.
La ruta de la caravana sigue por la carretera Costera, un trayecto que enfrentan con la incertidumbre de las condiciones climáticas, la vigilancia constante y la fatiga física. Se tiene previsto que este miércoles descansen en el poblado Álvaro Obregón, en Tapachula, lugar donde podrán reponer energías antes de continuar con su marcha.
La vigilancia en este trayecto está a cargo de elementos de la Guardia Nacional, el Instituto Nacional de Migración (INM), Beta Sur y policías estatales. Aunque las autoridades mantienen el orden, la presencia policial también refleja la tensión que existe en torno al fenómeno migratorio en México, donde la necesidad de proteger los derechos humanos se contrapone con las políticas de control fronterizo.
Estos migrantes buscan llegar a la Ciudad de México sin ser detenidos, para realizar los trámites necesarios que les permitan obtener la condición de refugiados, un estatus que les daría protección legal y acceso a servicios básicos en el país. La realidad que enfrentan es dura: huyen de la violencia, la pobreza y la inestabilidad en sus países de origen, arriesgando sus vidas para alcanzar un destino seguro.
La caravana “Migrantes parten de Chiapas · Caminan hacia la Ciudad de México” no solo es una movilización física, sino también un llamado urgente a la sociedad y a las autoridades mexicanas para reconocer y respetar los derechos de quienes buscan refugio y una vida mejor.
