DE: Medianía

Por Alejandro Villegas….
El discurso de la medianía, la austeridad, la moral republicana y la pobreza franciscana cobra una nueva dimensión, al tiempo que la ciudadana presidenta realiza malabares verbales para justificar a quienes han sido exhibidos por vacacionar en otras latitudes.
Ello permite apreciar que la 4T, padece al momento el síndrome Montessori, en donde cada cual de sus integrantes hace lo que quiere, sin que el ala directiva sea capaz de someterlos al orden, porque son de capacidades diferentes.
Evidentemente que hay que tomar en cuenta que la visión y apreciación de la realidad desde la oposición difiere en gran medida de la que se tiene desde el ejercicio del poder. El comportamiento y puntos de vista, por supuesto varían y se ajustan costumbres y gustos.
Lo único malo es que moralmente, en los hechos se exhibe la forma en que hoy se normaliza lo que antes se cuestionó y hasta satanizó.
Esto sin dejar de lado que el discurso en demanda de disculpas, por parte de la madre patria y la importancia de reforzar la relación con Estados Unidos quedan en el pasado. Por supuesto sin dejar de lado la forma en la que algunos pretenden negar lo evidente.
Por supuesto que todos tienen derecho a vacacionar en donde quieran y gastar sus recursos en ello. Un comportamiento licito y libre de pecado, que antaño se cuestionó hasta la saciedad. A fin de cuentas, desde palacio nacional se trata de sostener el discurso de que son diferentes, pero su comportamiento y los hechos terminan por imponerse.
Es obvio la 4T apuesta a que se mantenga la credibilidad que tiene el pueblo bueno, en ellos sin considerar que ese es un recurso que tiene inevitablemente fecha de caducidad.
Cuentas
Sin duda es de reconocerse el hecho de que se congelen los recursos económicos de las cuentas del ex secretario de seguridad pública de Tabasco que es buscado por la justicia. Lo cuestionable es porque se dejó correr el tiempo y no se realizó una acción inmediata, lo que pudo brindar una valiosa ventana de oportunidad para que se movilizaran recursos hacia otros destinos.
Pero eso sí, ahora se informa la acción todo lo alto a la espera del aplauso y reconocimiento del respetable, como siempre sin una explicación de fondo y a detalle, por aquello de la secrecía obligada por las investigaciones.