DE: Deslinde

Por Alejandro Villegas….
La 4T vuelve a intentar desviar la atención y enfocar el caso del ex mando policiaco de Tabasco, hacia una demanda de unidad en torno a la ciudadana presidenta, quien evidentemente debiera estar al margen.
En el discurso se busca mantener la condena a cualquier acto de corrupción, eso sí exigiendo pruebas como las que no presentaron en el pasado como oposición quienes hoy están en el poder, para afectar la imagen de servidores públicos y gobernantes, arengando al pueblo bueno a seguirlos.
En tanto, el ciudadano Adán Augusto López se ciñe al guion más elemental. No se despega un ápice de la estrategia dictada a la distancia. Fijó posición y cierra la posibilidad de emitir cualquier comentario o declaración. Pide esperar a que las autoridades hagan su trabajo.
En tanto quienes llaman a cerrar filas en torno a la ciudadana presidenta lo hacen de manera general, sin precisar algún tipo de señalamiento, pero eso si con un histrionismo que haría palidecer al más avezado alumno de la mejor escuela de actuación.
Por donde se quiera ver, Morena apuesta a desviar la atención y de manera complementaria busca darle la vuelta a la página, a la espera de que el pueblo bueno olvide los señalamientos.
Los tiempos en que desde la oposición se exigía la separación del cargo de los eventuales implicados, la transparencia en la información y las investigaciones a fondo, quedaron en el pasado. Desde el ejercicio del poder la visión se modificó.
Al momento, la 4T en general y Morena, en particular exhiben su vulnerabilidad.
Sinaloa
Mientras está por cumplirse un año del inicio de la confrontación entre los chapitos y la mayiza, el ciudadano Omar García Harfuch trata de presentar como algo novedoso la búsqueda con fines de extradición de dos hijos del Chapo Guzmán y uno del Mayo Zambada, a la par de exhibir la aparente disminución que no eliminación de los enfrentamientos entre ambos grupos.
Nada nuevo bajo el sol, pero se trata de exponer un discurso que muestre pretendidos avances que, para los sinaloenses, a todas luces están lejos de serlo.