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17 de julio de 2025 1:41 pm
El Vuelo del Águila y el Cóndor. Un Recordatorio para las Nuevas Generaciones

El Vuelo del Águila y el Cóndor. Un Recordatorio para las Nuevas Generaciones

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Por Victor Hugo Celaya Celaya..

https://vhcc.substack.com

Hace algunos días, mi hijo mayor me regaló el libro Sobreviviendo al siglo XXI, una conversación entre Noam Chomsky y el expresidente uruguayo, José «Pepe» Mujica. Me lo entregó con una intención clara: no solo que lo leyera, sino que lo usáramos como punto de partida para debatir y enriquecer nuestras conversaciones. El primero, un intelectual estadounidense de reconocida trayectoria, valorado por su pensamiento crítico sobre nuestras sociedades. El segundo, un líder latinoamericano que transitó desde la insurgencia hasta la presidencia, distinguiéndose siempre por su profunda ética y humildad.

Esta obra, escrita por el joven autor mexicano Saúl Alvídrez, busca tender un puente entre el mensaje de estos dos grandes pensadores y las nuevas generaciones, aunque su contenido nos incluye a todos. La lectura completa de esta conversación me impactó profundamente, y por ello me quiero comentar algunos de los diálogos que considero más relevantes para nuestra vida y la de nuestro país.

Chomsky no solo reflexiona sobre la supervivencia de la especie, sino que advierte que hemos desatado una “tormenta perfecta”, una mezcla peligrosa entre el riesgo nuclear y una degradación ambiental que avanza sin freno. La única vía para evitar la catástrofe, señala, es la construcción de una democracia plena y funcional. Por su parte, Mujica es aún más directo y lapidario al afirmar que la crisis de nuestro tiempo “no es ecológica, es política”. Sostiene que, si antes dañábamos el planeta por inconsciencia, hoy lo hacemos con plena conciencia, arrodillados ante un “dios mercado” que nos impulsa a consumir sin medida, como si hubiésemos nacido solo para eso.

Mi reflexión sobre esto es inevitable: los políticos del mundo, y de México, no han estado a la altura. Continúan atrapados en una lógica cortoplacista, tomando decisiones que, bajo un barniz de modernidad, destruyen nuestros recursos. En nuestro país los ejemplos sobran. Vemos cómo obras faraónicas avanzan a un costo altísimo, como el Tren Maya, que ha implicado la deforestación de miles de hectáreas de selva y pone en riesgo el frágil sistema de cenotes y ríos subterráneos, o la refinería de Dos Bocas, que además de sus recurrentes inundaciones, ha sido señalada por derrames que afectan gravemente a las comunidades pesqueras de la zona. Estos proyectos, impuestos más que consensuados, son la prueba de que la advertencia de Mujica sobre la crisis política es dolorosamente cierta.

Tanto Chomsky como Mujica abordan también la gran batalla cultural en la que estamos inmersos, donde la industria de la propaganda juega un papel clave para desmovilizar a la sociedad y erosionar la solidaridad. En este contexto, la defensa de la libertad de expresión es fundamental. Lamentablemente, en México ejercer el periodismo se ha convertido en una profesión de alto riesgo. Nuestro país es, tristemente, uno de los lugares más peligrosos del mundo para esta profesión, con cifras alarmantes de violencia. Según organizaciones como Artículo 19, en 2024 se registró una agresión contra la prensa cada 14 horas, y lo más preocupante es que el propio Estado figura como el principal agresor. Esto va más allá de la violencia física; se manifiesta en un acoso judicial constante que busca asfixiar económicamente a quienes investigan al poder. Debemos insistir en una libertad de expresión plena y ejercida con responsabilidad, pues sin ella, nuestra democracia es una simulación.

Asimismo, los autores analizan la importancia de la disrupción tecnológica que ya redefine nuestra realidad. Señalan que estos avances podrían usarse para democratizar la economía, pero en México esta disrupción es una moneda de dos caras. Mientras vemos un enorme potencial en sectores como las fintech para promover la inclusión financiera, también enfrentamos una profunda brecha digital. Es una contradicción que celebremos la llegada de la inteligencia artificial cuando, según datos recientes, en estados como Chiapas u Oaxaca, casi la mitad de la población sigue sin tener acceso a internet. La modernidad no puede ser un privilegio para unos cuantos.

Quiero destacar también el valor del amor y la ética, conceptos que ambos líderes enfatizan como indispensables para la conducción política. Lo que une a Chomsky y a Mujica no es una ideología, sino una ética común centrada en la dignidad humana. Hoy, uno de los aspectos más devaluados en la vida pública es precisamente el comportamiento ético. Vemos cómo muchas políticas se imponen sin diálogo, amparadas en un autoritarismo que se disfraza de voluntad popular, debilitando los contrapesos que son vitales para cualquier república.

Finalmente, otro pasaje revelador es el dedicado a la democracia. Ambos coinciden en que debemos transitar de una plutocracia, el poder de unos pocos, a una auténtica democracia participativa, donde los ciudadanos no solo voten, sino que decidan, fiscalicen y formen parte activa del rumbo del país. Por ello, democratizar el poder es una necesidad urgente. México lleva décadas en una larga y sinuosa transición, pero hoy vemos con preocupación cómo se busca debilitar la autonomía de instituciones clave, como el INE o el Poder Judicial, en un intento por regresar a un modelo de poder centralizado que tanto daño le hizo a la nación.

Cierro esta reflexión con una imagen poderosa que el autor cita en el libro: la antigua profecía que anuncia que “cuando el águila del Norte y el cóndor del Sur vuelen juntos, renacerá la sabiduría del mundo”. México, por su geografía y su cultura, es un puente entre ambas visiones: la de la razón y la tecnología del águila, y la de la intuición, la comunidad y el corazón del cóndor. Solo reconciliando ambas fuerzas, con una visión en libertad y una nueva ética política, podremos construir una democracia genuina donde el poder realmente sirva al pueblo. Y como bien me lo recordó mi hijo con su regalo, el debate está abierto y no hay tiempo que perder, por el bien de las futuras generaciones.


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