La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, firmó este martes el decreto que incorpora formalmente al programa IMSS Coplamar al régimen ordinario del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), con el objetivo de brindar atención médica universal en regiones de alta marginación, sin importar la condición laboral o afiliación de los pacientes.
“Después de 46 años, Coplamar no llega a su fin, sino que inicia una nueva etapa”, declaró Zoé Robledo, director general del IMSS, al presentar la incorporación de hospitales, personal y beneficiarios al modelo de atención integral del instituto.
El IMSS Coplamar fue creado en 1979 como un esquema de solidaridad social para atender a comunidades marginadas. Actualmente cuenta con una infraestructura de 81 hospitales en 19 estados, 3,621 unidades médicas rurales, 184 brigadas móviles y 140 unidades médicas móviles. Con su integración al régimen ordinario, el IMSS incrementará su capacidad operativa con 2,730 camas, 93 quirófanos, 1,098 consultorios y una plantilla superior a los 28 mil trabajadores, incluidos 7,854 médicos y 9,250 enfermeras.
El decreto contempla también la ampliación de servicios médicos con nuevas especialidades como otorrinolaringología, traumatología, ortopedia y oftalmología, así como recursos presupuestales adicionales para fortalecer infraestructura y contratar más personal médico.
Zoé Robledo explicó que los hospitales operarán bajo el esquema del IMSS pero con atención abierta, lo que beneficiará tanto a personas sin seguridad social como a derechohabientes, especialmente en zonas donde el empleo formal ha crecido. Se estima que 10.8 millones de personas han recibido atención a través de este modelo, de las cuales 8.4 millones no cuentan con seguridad social y 2.4 millones están afiliadas al IMSS.
Las entidades con mayor número de beneficiarios son Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Puebla y Michoacán. Esta decisión representa un paso clave hacia la consolidación de un sistema de salud más equitativo y con cobertura nacional.
