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26 de junio de 2025 12:20 pm
Sonora: De la Frontera Nómada a la Vanguardia del Futuro

Sonora: De la Frontera Nómada a la Vanguardia del Futuro

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Por Victor Hugo Celaya Celaya..

vhcc.substack.com

A lo largo de la historia, las fronteras han sido mucho más que líneas en un mapa; son espacios vibrantes de coexistencia cultural, económica y social donde se moldea el destino de las naciones. Cuando se gestionan con visión estratégica, se convierten en motores de desarrollo. Pero si se transforman en muros de exclusión, generan estancamiento y retroceso.

Estoy convencido, como muchos, de que la frontera norte de México representa una de las oportunidades históricas más grandes para nuestro país. Durante mis años como legislador y presidente de la Comisión de Asuntos Fronterizos en la Cámara de Diputados, tuve el honor de trabajar en proyectos binacionales tanto en el norte como en el sur. Recuerdo con especial aprecio la colaboración con El Colegio de la Frontera Norte y los gobiernos estatales, con quienes impulsamos acuerdos que, hasta hoy, son pilares de políticas públicas e infraestructura para el desarrollo regional.

Esa experiencia me enseñó que es urgente replantear, con una visión de futuro, el papel de los estados fronterizos: Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, como polos estratégicos del desarrollo económico, tecnológico y social de México.

El Momento de Sonora

En este contexto, resuena en mi mente el título del gran libro de Héctor Aguilar Camín: La Frontera Nómada: Sonora y la Revolución Mexicana. La obra destaca el rol determinante de los generales sonorenses en la estrategia y el desenlace de la Revolución, una prueba del peso que esta región ha tenido en momentos cruciales de nuestra historia.

Hoy, más de un siglo después, Sonora debe retomar ese protagonismo para definir el rumbo nacional. Su vinculación natural con las potentes economías de California, Arizona y Nuevo México le otorga una posición privilegiada para tejer una estrategia integral de desarrollo. Su diversa geografía: mar, desierto, valles y sierra es un imán para el turismo, aunque también impone retos de infraestructura que debemos superar.

Históricamente, el crecimiento de Sonora se ha apoyado en la industria maquiladora, atrayendo inversión estadounidense en sectores clave. Sin embargo, este dinamismo se ha concentrado en pocas regiones, dejando a otras al margen, con excepciones notables como el exitoso modelo “Shelter” de Guaymas y Empalme.

Con una aportación del 3.3% al PIB nacional (INEGI, 2023), Sonora se ubica en una posición competitiva entre los estados fronterizos, pero aún por debajo de potencias como Nuevo León (8.3%) o Baja California (3.9%). La pregunta no es si Sonora tiene potencial, sino cómo lo desatamos por completo.

Más Allá del Nearshoring: Una Estrategia Integral

El fenómeno del nearshoring representa una corriente de aire fresco y una oportunidad sin precedentes. Se estima que México podría captar hasta $35,000 millones de dólares anuales en nuevas exportaciones gracias a la relocalización de cadenas de suministro (Banco Interamericano de Desarrollo). Pero no podemos cometer el error de ser espectadores pasivos.

No basta con seguir atrayendo maquiladoras; es indispensable generar las condiciones para inversiones de largo plazo en proyectos regionales de alto impacto. Esto exige una planeación estratégica que vaya más allá de lo inmediato y construya los cimientos para un desarrollo armónico, incluyente y sostenible. El plan debe ser claro:

  • Diversificar la base industrial: Fortalecer la manufactura de alto valor, especialmente en los sectores aeroespacial y de dispositivos médicos, donde Sonora ya tiene un camino andado. La entidad es uno de los cinco principales polos aeroespaciales del país, generando miles de empleos especializados, un capital que debemos expandir.
  • Construir infraestructura logística de primer nivel: Modernizar los puertos fronterizos de Nogales, San Luis Río Colorado y Agua Prieta, y consolidar corredores multimodales que conecten de manera eficiente las carreteras, el ferrocarril y el puerto marítimo de Guaymas.
  • Acelerar la transición a energías limpias: Promover activamente la inversión privada en proyectos de energía solar e hidrógeno verde, aprovechando el potencial geográfico único del estado.
  • Invertir masivamente en capital humano: La verdadera ventaja competitiva está en nuestra gente. Es crucial ampliar la vinculación entre universidades y empresas, y fomentar con más fuerza las carreras STEM (ciencia,tecnología, ingeniería y matemáticas), así como los idiomas y oficios especializados que demanda la nueva economía global.

Esta diversificación encuentra un horizonte especialmente prometedor en la nueva economía digital. El potencial de Sonora para la generación de energía solar a gran escala, junto con su disponibilidad de terreno y cercanía con Estados Unidos, lo convierten en el candidato ideal para albergar Data Centers. Estos centros, que son la espina dorsal de la Inteligencia Artificial, no solo demandan energía limpia y competitiva, sino que posicionarían al estado en la vanguardia de la infraestructura tecnológica global. Al atraerlos, Sonora no solo exportaría productos, sino poder de cómputo, insertándose de lleno en la cadena de valor más importante de nuestro siglo.

Retos que No Podemos Ignorar

Hay que decir la verdad: los esfuerzos institucionales, aunque valiosos, han sido insuficientes. La infraestructura aeroportuaria de Sonora, a pesar de estar concesionada, presenta un rezago importante frente a otras entidades. Lo mismo ocurre con pilares históricos de la identidad sonorense, como la ganadería y la pesca, que enfrentan un estancamiento tecnológico y productivo que debemos revertir para que recuperen el lugar emblemático que siempre han tenido.

Sonora vive un momento decisivo. La planeación nacional es indispensable, pero debe construirse desde la visión y la vocación de las regiones. Es tiempo de diseñar una estrategia de desarrollo que no solo mire hacia el exterior fortaleciendo el comercio con Estados Unidos, Asia-Pacífico y Europa, sino que también fomente polos de desarrollo internos que aprovechen las ventajas de cada zona del estado.

La meta es clara: transformar a Sonora de la frontera nómada del siglo XX a la frontera de las oportunidades y el desarrollo pleno del siglo XXI. Un lugar donde la educación de calidad, la infraestructura moderna y la visión de futuro se unan para crear un bienestar duradero, especialmente para nuestras juventudes, que son quienes liderarán esta nueva era.

En futuras entregas, seguiré explorando ideas y estrategias concretas para que Sonora y nuestros estados fronterizos naveguen y lideren en el complejo escenario actual. Las realidades geopolíticas y tecnológicas que definen nuestro mundo no pertenecen al futuro; ya están aquí, y debemos actuar con la audacia y la visión que el momento exige.

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