DE: Tardanza

Por Alejandro Villegas….
La tardanza con la que actuó el árbitro electoral para vetar la distribución de los acordeones, no es nueva y menos contribuye a frenar el daño al de por si cuestionado proceso electoral del 1 de junio.
Además, permite cuestionar la necesidad de que el árbitro electoral no espere a recibir denuncias formales para investigar, alguna acción que eventualmente podría ser anómala.
La prohibición llega tarde y está lejos de remediar la situación, sobre todo lo evidente es que sus alcances reales son más que limitados porque prácticamente es imposible evitar que prosiga la distribución de acordeones.
En el fondo, además es claro que el INE no tiene capacidad punitiva, por lo que la instancia que debiera actuar es la Fiscalía Electoral, que hasta donde se percibe no tiene la capacidad para cubrir la totalidad del territorio nacional.
Ello, lleva a apreciar que los operadores a cargo de la distribución de los acordeones harán caso omiso de la prohibición, además de que, por los tiempos, en gran medida lo que tenia que distribuir ya se hizo.
En pocas palabras, el árbitro electoral, solo hace como que interviene, cuando a la vista de todos quedó ampliamente rebasado.
Llamado
Los llamados constantes desde palacio nacional, el Legislativo y los gobiernos estatales para que la ciudadanía acuda a las urnas, todo indica no tendrá mayor efecto que el alcance auditivo de las palabras emitidas.
El volumen de ciudadanos que acudan a las urnas dejará en evidencia el triunfo contundente del abstencionismo.
El discurso oficial podrá ser otro, pero la realidad captada por la colectividad será inapelable.