El papa León XIV acudió este sábado a rezar ante la tumba de Francisco, su antecesor, poco después de visitar por sorpresa el santuario agustino de la Virgen del Buen Consejo en Genazzano, a las afueras de Roma, en su primera salida desde fue elegido como nuevo pontífice tras dos días de Cónclave en el Vaticano.
El pontífice, muy cercano a Francisco, acudió a la basílica romana de Santa María la Mayor, donde está enterrado Jorge Bergoglio por su expreso deseo, para rezar en privado ante su tumba. Allí, León XIV fue recibido con aplausos y gritos de ‘Viva el papa’ de los presentes en el templo antes de arrodillarse y rezar en silencio.
La visita de Robert Prevost a la tumba de Francisco se produce después de que esta mañana, en un encuentro con los cardenales que le eligieron el pasado jueves como nuevo pontífice, les instara a seguir la «valiosa herencia» de Francisco y subrayara la importancia del «cuidado amoroso de los débiles» y el diálogo «valiente».
Tras la reunión con los cardenales, el Papa visitó por sorpresa el santuario agustino de la Virgen del Buen Consejo en Genazzano, donde fue ovacionado por cientos de personas que se mostraron muy «emocionados».
El Santuario está a cargo de los frailes de la Orden de San Agustín (de la que el pontífice forma parte) desde la Edad Media y «alberga una antigua imagen de la Virgen, querida por la Orden y por la memoria de León XIII», indicó la oficina de prensa de la Santa Sede.
