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3 de junio de 2025 10:50 pm
DE: Jitomates

DE: Jitomates

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Por Alejandro Villegas…
La determinación de la administración Trump de imponer a partir de julio aranceles de 20.91 por ciento a los jitomates mexicanos, no es un mensaje menor. Y requiere de una acción puntual de México para respaldar a los agricultores nacionales.
Por supuesto no se trata de empresarios o grandes consorcios, pero lo evidente es que los agricultores mexicanos enfrentarán un panorama complejo a partir de julio próximo.
Un escenario que, en su momento, podrá extenderse a otros productos del campo como el aguacate y el limón, con las consiguientes afectaciones económicas.
Sin embargo, todo indica que al menos al momento no hay una reacción inmediata por parte de las autoridades federales.
Lo cierto es que la medida adoptada de manera unilateral, busca proteger a los productores estadounidenses, pero al final del camino serán de nueva cuenta los mercados los que terminarán por imponer orden.
Si los estadounidenses necesitan importar jitomates, tendrán que hacerlo y en su momento pagar un costo más alto por el producto, como consecuencia de los aranceles.
A fin de cuentas, los agricultores mexicanos pueden exportar o no sus productos, que, al ser perecederos, tienen un periodo de vida útil corto, pero sin duda tienen la opción de procesarlos o bien destinarlos al mercado interno, con lo que pueden ser afectados, pero lo evidente es que en su caso los más afectados serían los consumidores estadounidenses.
El panorama parece claro, pero la 4T parece no tener prisa por fijar una posición sobre el tema.
Prohibición
La ciudadana presidenta señala que no pueden prohibir ningún género musical, en alusión evidente a los narcocorridos, y deja en manos de los municipios y autoridades estatales sancionar su interpretación en espectáculos públicos.
Eso sí, se cuestionó lo que se calificó como apología del delito, en una acción que no prosperó, aunque si inhibió la actuación de los interpretes que decidieron alinearse, provocando como en el caso de la Feria de Texcoco el malestar de los asistentes.
En el fondo el mensaje es confuso, lo que parece traducirse en el resurgimiento del síndrome de la chimoltrufia, en donde cómo se dice una cosa, se dice la otra. Bendita 4T, caigamos en oración.

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