Luis Sunderland Méndez…
Cada día es más evidente que la pasada visita a Palacio Nacional de Kristi Noam, secretaria de Seguridad Nacional estadunidense, fue un fulminante ultimátum y no una simple entrega de un listado de acciones para agradar a Trump.
Se han realizado acciones importantes que podrían decir que Sheinbaum lo ha entendido, pero lamentablemente lo que vemos todos los días, nos tira la esperanza de que sea cierto.
Omar García Harfuch actuó en contra del huachicol y “descubrió” en diferentes puertos mexicanos una cuantiosa cantidad de millones de litros y de pesos; tanto es así, que el fraude al SAT asciende a más de 600 mil millones de pesos. Bueno, hasta se incautó un buque-tanque, que debieron ser varios más, incluyendo las decenas de pipas para su traslado terrestre e investigar a qué estaciones de servicio estaba destinado el combustible.
Lógicamente todo operaba con la bendición de López Obrador, y ahora de Sheinbaum. De alguna manera se tenía que pagar el financiamiento que los cárteles le dieron a Morena para sus campañas en las elecciones pasadas.
Kristi Noem sí le puntualizó que se activara más contra las que ya son reconocidas oficialmente como organizaciones terroristas y le debe haber dado varias sugerencias, por ejemplo: No provoque al presidente Trump, a él lo único que le interesa es eliminar a los cárteles del crimen organizado.
Ella no cuenta con la congruencia y capacidad que se necesita para enfrentar a esos adversarios de gran calado, ni con la autoridad moral que se obtiene cuando se actúa dentro del marco legal y con respeto a la Constitución. Ella incluso tiene que aguantar los desplantes de los gerentes que le dejó López.
Hay un alejamiento entre Sheinbaum y López obligada por las circunstancias, pero un rompimiento no se dará abiertamente; además, está rodeada de leales que el ex presidente le sembró, por lo que poner a sus gente, le costará mucho trabajo.
Ella quiere tener precaución y sobrevivir, porque no ha podido ser la jefa de Estado que México necesita; ha tenido que lidiar con López muchos años; tal vez esta sería su única oportunidad de tomar el poder real. El telón se recorrerá lentamente, incluso hay rumores sobre una renuncia en Gobernación, Rosa Icela no acuerda en Palacio, lo hace en Palenque o tal vez en La Habana. Claudia tendrá que quitarse de encima algunos alacranes ponzoñosos; en las “cuevas” de Palacio, por ejemplo, hay un escorpión venenosísimo que maneja la comunicación.
No olvidemos que Sheinbaum es parte del movimiento que nos ha gobernado desde 2018 y que ella está coludida con la mayoría ficticia del Legislativo que dictaminó el INE y que el TRIFE avaló; con los saqueos a Segalmex, a Birmex, a los cuentahabientes del Infonavit, y con los resultados de la elección del 1 de junio.
Total ecpatía con las familias de los que han sido masacrados, no solo por el crimen organizado que hace lo que le da la gana, sino por los tres niveles de gobierno que han tenido muchas veces una actuación criminal. Solo le importa defender lo indefendible ante la ONU, cuando los testimonios de organizaciones buscadoras denuncian a las autoridades de las desapariciones forzadas, los feminicidios y secuestros que se dan en las propias casas de las víctimas, incluyendo a menores de edad; la total inseguridad en las poblaciones y carreteras nacionales; la gente que ha tenido que abandonar sus vidas y huir a otros lados para protegerse. Mientras, padres y niños no tienen medicinas ni vacunas.
Sheinbaum le habla a Trump, como lo hizo con López más de seis años; solo le dice lo que quiere escuchar y ella ordena acciones aunque se queda muy corta. Todo en un mar de incongruencias. Veamos qué le dice ahora con el pretendido de Trump sobre la nueva amenaza de más aranceles si no respeta el tratado de 1944 de darle agua a Texas: ahora les debemos a ellos mil 603 millones 524 mil metros cúbicos.
Debemos de prepararnos, la combinación del mundo en el siglo XXI con la IA y el Plan México de Sheinbaum para enfrentar los retos del día de hoy. Viene un cambio en nuestras vidas; las acciones esquizofrénicas de Trump contra el mundo, y especialmente contra China, enajenarán el comercio entre las naciones, y afectarán a la humanidad de forma irreversible y México no está preparado.
