El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha declarado el 2 de abril de 2025 como el “Día de la Liberación”, anunciando la implementación de aranceles recíprocos a países que imponen tarifas a productos estadounidenses. Esta medida busca equilibrar las condiciones comerciales y proteger la industria nacional.
Durante un acto en la Casa Blanca, Trump detalló que estos aranceles se aplicarán de manera proporcional a las tarifas que cada nación impone a Estados Unidos. Por ejemplo, se ha establecido un arancel del 20% para todas las importaciones procedentes de la Unión Europea, afectando especialmente al sector automotriz, con un arancel del 25% sobre vehículos y sus componentes. Se estima que esta medida impactará en 250 millones de euros las exportaciones españolas de este sector.
El presidente justificó la medida argumentando que otros países han establecido barreras arancelarias que perjudican a la industria estadounidense. Afirmó que los ingresos generados por estos aranceles se destinarán a reducir impuestos y pagar la deuda nacional, prometiendo una “época dorada” para Estados Unidos.
Las reacciones internacionales no se han hecho esperar. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha convocado una reunión con la patronal y los sindicatos para analizar medidas de respuesta y preparar ayudas a los sectores afectados. Además, se está organizando una reunión con varios ministros para evaluar el impacto y definir la respuesta del Ejecutivo español en coordinación con la Unión Europea.
Expertos advierten que esta política proteccionista podría tener consecuencias negativas para la economía global, afectando especialmente a socios comerciales clave como la Unión Europea, y generando incertidumbre en los mercados internacionales.
