La presidenta Claudia Sheinbaum ha dado su primer manotazo público frente a quienes en nombre “de la unidad del movimiento” resolvieron posponer el nepotismo electoral hasta las elecciones de 2030.
Y es que, en contraste con el sexenio en que los legisladores de la Cuarta no le movían a las iniciativas de Palacio ni una coma, hoy Morena y PVEM le metieron mano a la propuesta de la mandataria. La jugada corrió a cargo de los coordinadores de ambas bancadas, Adán Augusto López y Manuel Velasco, modificando la iniciativa presidencial que proponía el fin del nepotismo electoral para 2027.
Además de preparar la reserva, como se le llama en el lenguaje legislativo a los cambios de un decreto, los exgobernadores de Tabasco y Chiapas se dieron a la tarea de convencer a los morenistas y a los del PT.
Lucían contentos los autores de la prórroga que deliberadamente beneficia a tres senadores “del movimiento” que ahí defendieron su derecho a competir por la gubernatura de sus estados.
El senador Saúl Monreal (Morena), hermano del gobernador David Monreal y del exgobernador que ahora lidera a los diputados de ese partido, Ricardo Monreal, dijo tener trabajo y trayectoria propias. “Yo no dependo del partido. Dependo de la gente y del pueblo de Zacatecas”, dijo el parlamentario.
El senador Félix Salgado (Morena) exaltó a su hija Evelyn Salgado como la mejor mandataria que ha tenido Guerrero y recordó que él estaba ahí porque hizo campaña y ganó con más de 700 mil votos. La senadora Ruth González Silva (PVEM), esposa del gobernador Ricardo Gallardo, aseguró que “en 2027 en San Luis Potosí, por parte del Partido Verde, quien sea, el o la candidata, vamos a ganar”.
El candado a cónyuges, hermanos, hijos y padres de alcaldes y gobernadores para no postularse al cargo que su familiar está ejerciendo es parte de la misma iniciativa que terminaría con la reelección inmediata. De manera que la celebración del entierro de esa medida que la coalición legislativa gobernante atribuyó al Pacto por México del sexenio de Peña Nieto se vio diluida por la crítica que la oposición hizo a la forma en que la Cuarta torpedeó las intenciones presidenciales de oxigenación política.
Y es que el debate del 25 de febrero en el Senado permitió poner en contexto los alcances de un nepotismo mexicano que va más allá de las presidencias municipales y las gubernaturas.Fue el senador Clemente Castañeda, coordinador de MC, quien primero alertó que “mágicamente aparecerá una modificación para que esto entre en vigor en el 2030”.
Lo secundó la senadora Cristina Ruiz (PRI): “Qué desaire para su Presidenta, qué grosería. Si la Presidenta envío esta reforma es porque a muchas y a muchos de ustedes ya los quieren fuera, el que entendió, entendió. Morena, el partido familiar que vive a costillas del pueblo de México”. Sin éxito, los panistas propusieron erradicar también el nepotismo que se da, dijeron, entre el gobierno y otros poderes, citando a los Batres, Luján,Sánchez Cordero, Villareal, Taddei, Nahle…
La senadora Gina Campuzano (PAN) abrió fuego: “Andy López Beltrán fue nombrado secretario de Morena, sin embargo, se le considera el operador interno, tanto en el partido como en el gobierno”. La secundó la senadora Lilly Téllez con la idea de que había que erradicar el nepotismo en la administración pública y en el Poder Judicial que viene: “A los Batres, a los Monreal, la propia senadora Andrea Chávez, que tiene a su pareja aquí en el Senado, el señor Mendieta, a su pareja le dio trabajo en el Senado”.
Pero la reserva del coordinador morenista prosperó, rompiendo la unanimidad con la que en la votación en lo general todos los grupos parlamentarios acogieron la iniciativa de la Presidenta.
“La prohibición de nepotismo electoral será aplicable a partir de los procesos electorales, tanto federales como locales a celebrarse en el año 2030”, soltó el senador Adán Augusto López, seguro de que el marcador le favorecería.
“Lo que le vino a decir al pueblo de México en otras palabras el senador Augusto es que el nepotismo no está mal de aquí al 2030”, lanzó Marko Cortés, refiriéndose a SLP, Guerrero y Zacatecas. “Vergüenza, pena debería de darles que no estemos acabando con el nepotismo hoy, liso y llano”, reiteró el exdirigente del PAN. La morenista Celeste Ascencio Ortega le devolvió el golpe al panista recordándole que puso a su hermano de diputado local, un revire que el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, festejó con un “a mí ya me está ganando la risa”.
Y vaya que hubo sonrisas entre la mayoría de los senadores de la Cuarta que nunca imaginaron que horas más tarde recibirían un coscorrón mañanero de la presidenta Sheinbaum, que deliberada y abiertamente le echó la sal a quienes se cobijen en la reserva del 2030, alertando que quien ponga a un familiar para sucederlo en 2027 “se va a ver muy mal”.
Este miércoles, la dirigente de Morena, Luisa María Alcalde Luján, diputados que se autoproclaman “claudistas” activaron la defensa de la iniciativa original de la mandataria.
Con los vicecoordinadores Alfonso Ramírez Cuéllar y Gabriela Jiménez por delante, algunos legisladores lanzaron lo que debe entenderse como un atento aviso al coordinador Ricardo Monreal de que van a medir fuerzas y lo quieren del lado de la presidenta Sheinbaum. Sabedora de que en San Lázaro ha crecido la corriente que se le pone al brinco al experimentado líder parlamentario, la mandataria dejó este jueves un mensaje imperdible, confiando en que en 2027 su advertencia surtirá efecto. “Están jóvenes, que se esperen a otro periodo”.
Frente a esas palabras, no queda más que recordar a la senadora Cristina Ruiz: “El que entendió, entendió”.
