Por: Fernando Moctezuma Ojeda – @FerMoctezumaO
Este lunes Donald Trump asume nuevamente la presidencia de Estados Unidos, generando un terremoto político que no solo impactará a la nación americana, sino a todo el panorama internacional. Su regreso tras haber sido derrotado en 2020 nos planta en la cara interrogantes complejas sobre el futuro de la democracia, los derechos humanos y las relaciones exteriores, especialmente con países como México, con los cuales comparte una frontera extremadamente compleja.
Con un control republicano no solo en la Casa Blanca, sino también en el Congreso, Trump se encuentra en una posición única para implementar su controversial agenda, caracterizada por políticas autoritarias y un enfoque nacionalista que ha dividido al país, y a naciones enteras. Sus promesas de desmantelar el legado de Joe Biden, particularmente en cuanto a inmigración y seguridad, son señales claras de un mandato que podría significar retrocesos peligrosos en materia de derechos fundamentales. De hecho, la promesa de deportaciones masivas y el uso del ejército para hacer cumplir sus políticas de inmigración podrían desatar una nueva era de polarización y represión dentro de las propias fronteras de la Unión Americana.
En este contexto, la reelección de Trump no solo representa un reto para la democracia estadounidense, sino una amenaza a los avances logrados en materia de derechos civiles, clima y migración. Trump, con su negacionismo climático y su enfoque de cero tolerancia hacia la inmigración, ha demostrado una y otra vez que los derechos humanos no están entre sus prioridades. Esta agenda no solo es un desafío para las instituciones democráticas de su país, sino que podría tener efectos devastadores para las poblaciones más vulnerables, como los migrantes y las comunidades marginadas.
El regreso de Trump a la Casa Blanca también tiene –obviamente– implicaciones para México, un vecino estratégico y socio comercial clave para Estados Unidos. Las tensiones comerciales y de seguridad se avecinan, y las medidas que Trump está dispuesto a imponer, como aranceles del 25% a productos mexicanos, no solo amenazan con afectar gravemente la economía mexicana, sino que también podrían desestabilizar aún más una relación bilateral que ya atraviesa momentos complejos. La reciente volatilidad del peso mexicano, exacerbada por la incertidumbre política derivada de la elección de Trump, es un indicio claro de los efectos perjudiciales que estas políticas pueden tener en el mercado mexicano.
Además, el impacto en la migración podría ser aún más devastador. Trump ha dejado claro que sus políticas de deportación no se limitarán a discursos, sino que se pondrán en marcha desde el primer día de su nuevo mandato. Esto pondría a México, nuevamente, en una posición incómoda: recibir un flujo masivo de repatriados, lo que podría generar una sobrecarga de los servicios sociales y presionar aún más la economía local. Las autoridades mexicanas, encabezadas por la presidenta Claudia Sheinbaum, se verán obligadas a implementar planes para manejar este reto, pero la falta de una estrategia clara deja muchas preguntas sin respuesta.
El tema de la seguridad en la frontera también será crucial en este segundo mandato. Trump ha mostrado una actitud beligerante en relación al narcotráfico, incluso sugiriendo la posibilidad de intervención militar en territorio mexicano para enfrentar a los carteles de drogas. Este tipo de retórica no solo amenaza la soberanía de México, sino que también pone en riesgo las relaciones diplomáticas entre ambos países. A la luz de las tensiones internas que enfrentan los carteles, la inestabilidad que esta intervención podría generar no debe subestimarse.
Más allá de la seguridad, el informe anual del Baker Institute sobre las perspectivas de México también señala el peligro de que la reforma judicial que se impulsa desde el gobierno de Sheinbaum se convierta en una ventana de oportunidad para el crimen organizado. El retroceso en el Estado de Derecho en México, combinado con el enfoque de Trump sobre el narcotráfico, podría crear un caldo de cultivo para más corrupción, impunidad y violencia.
El regreso de Trump a la presidencia no sólo marca el regreso de políticas que muchos consideran regresivas, sino que también plantea un reto monumental para la democracia y los derechos humanos, tanto en Estados Unidos como en México. En este contexto, es crucial que México, bajo la administración de Claudia Sheinbaum, se prepare para un entorno diplomático y económico mucho más volátil y desafiante. Las decisiones de Trump, especialmente en temas como aranceles, inmigración y seguridad, podrían tener repercusiones inmediatas y profundas en la vida diaria de los mexicanos.
La relación México-Estados Unidos deberá ser manejada con cautela, pero también con firmeza. Es momento de que las autoridades mexicanas mantengan una postura de diálogo, sin ceder a presiones externas que puedan poner en peligro la estabilidad interna y los derechos fundamentales de la población. En este nuevo capítulo de la política global, la cooperación y la defensa de los principios democráticos deben ser la prioridad para todos los actores involucrados.
APUNTES CLAVE:
MIGRANTES: El gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, reafirmó su compromiso de defender los derechos de los migrantes poblanos en los Estados Unidos, quienes suman más de 3.5 millones. Durante la visita de la presidenta Claudia Sheinbaum, destacó que el gobierno estatal colaborará con la federación para proteger a esta población, que juega un papel crucial en sectores como la agricultura, la industria y el turismo. Sheinbaum, por su parte, expresó su solidaridad con los migrantes y anunció el inicio de proyectos de bienestar, como pensiones y becas, para apoyar a las familias poblanas. También destacó el aporte de los mexicanos en el extranjero a la economía de ambos países. //ECOCIDIO: El diputado Rubén Moreira alertó sobre el Proyecto Saguaro, un megaproyecto de extracción y exportación de Gas Natural Licuado (GNL) que afectaría al Golfo de California, conocido por su biodiversidad. El proyecto incluye la construcción de un gasoducto de 800 km para transportar gas a Asia, lo que podría poner en peligro especies como la vaquita marina. Moreira destacó que el procesamiento del gas libera metano, lo que afecta tanto la salud de las comunidades cercanas como la actividad pesquera local. Ambientalistas piden frenar la obra debido al daño potencial al ecosistema y las consecuencias sociales para las poblaciones locales. //NEPOTISMO: La presidenta Claudia Sheinbaum anunció que enviará al Congreso dos iniciativas de reforma electoral. La primera busca prohibir que los familiares directos de funcionarios ocupen el mismo cargo en las siguientes elecciones, aplicando desde 2030. La segunda propuesta tiene como objetivo eliminar las candidaturas plurinominales y reducir el financiamiento público a los partidos políticos, con el fin de disminuir los costos de los procesos electorales. Sheinbaum destacó que ambas reformas buscarán garantizar elecciones más democráticas y transparentes. //SEGURIDAD: El PAN rechazó las declaraciones de Omar García Harfuch, secretario de Seguridad Pública federal, quien aseguró haber debilitado a “Los Chapitos” y “Los Mayitos”. Los panistas, encabezados por Federico Döring y Jorge Triana, sostuvieron que lo único que se ha logrado es el deterioro de la paz social y la economía en Sinaloa. Además, señalaron que ha sido el esfuerzo de autoridades extranjeras, como las de Estados Unidos, las que han logrado avances en la desarticulación de mafias criminales, mientras que el gobierno de Claudia Sheinbaum se limita a un combate propagandístico.
