PLAN MÉXICO UNA CARTA DE BUENAS INTENCIONES Y PROPAGANDA POLÍTICA: GPPAN

• Este plan plasma una promesa más del gobierno que anuncia una posible inversión de 277 mil millones de dólares; cifra optimista que difícilmente se podrán alcanzar: Dip. Héctor Saúl Téllez.
   
• Los datos oficiales sobre economía nacional nos permiten prever que este plan es solo un acto de simulación y propaganda política, afirmó.
   
  El Plan México presentado por la presidenta de México presenta cifras optimistas que difícilmente se alcanzarán, sobre todo en materia de inversión extranjera, derivado de la desconfianza que han generado las políticas de las administraciones de la autoproclamada Cuarta Transformación, afirmó el vicecoordinador económico del Grupo Parlamentario del PAN, Héctor Saúl Téllez.
   
  “277 mil millones de dólares es una cifra poco realista y fantasiosa, porque la inversión extranjera de enero a septiembre de 2024 apenas llega a 31 mil millones de dólares, además de que en el sexenio de López Obrador hemos tenido altibajos que explican que la economía no genera confianza a los inversionistas”, precisó.
  Destacó que el promedio de inversión extranjera en el periodo de Enrique Peña Nieto fue de 27 mil 953 millones de dólares al año y en el periodo de López Obrador fue de 27 mil 195.1 millones de dólares, es decir que con Peña Nieto fue mayor por 857 millones de dólares; por otro lado, la falta de confianza en los inversionistas en México se tradujo en una fuga de capitales que alcanzaron casi 947 mil millones de pesos, desde el inicio del sexenio de López Obrador a junio de 2024.
  Por lo que se refiere al Producto Interno Bruto (PIB),mientras que el gobierno proyecta un crecimiento en un rango del dos al tres por ciento; los especialistas advierten que en 2025 se registrará desaceleración económica y el PIB solo alcanzará un crecimiento del 1.2%.
  “Esto nos deja claro que se espera un 2025 registre bajo crecimiento y desaceleración de la economía, aspecto que contrasta con el Plan México en el que se menciona posicionar a México entre las principales economías mundiales y promover un desarrollo económico equitativo y sostenible”, señaló.
  Referente a los índices de inflación, Téllez Hernández recordó que la inflación promedio en el sexenio de Peña Nieto fue de 4.19%; mientras que en el sexenio de López Obrador fue de 5.01%, lo que significa que la población necesitó más dinero para adquirir los mismo productos y servicios del sexenio anterior.
  “Otra manera de interpretar esto es que, el dinero vale menos, por lo que el ingreso de las personas puede ser no suficiente para mantener su nivel de vida anterior. No perdamos de vista que la inflación es un indicador clave para incentivar o desincentivar la inversión y afectar el crecimiento económico. Un aumento en la inflación por mínimo que sea, puede tener un impacto significativo en la economía y en el bienestar de las personas”, apuntó.
  Sostuvo que el Plan México presentado por la presidenta Claudia Sheinbaum se plantea como un esfuerzo ambicioso pero irracional; al analizar sus 10 puntos principales, surgen diversas inconsistencias, problemas estructurales y objetivos muycuestionables.
  El diputado panista expresó que el Plan México presenta metas ambiciosas, pero carece de detalles en cuanto a mecanismos, financiamiento y tiempos realistas; y que, sin un marco de estado de derecho que brinde certidumbre, rendición de cuentas yestrategias detalladas, el plan corre el riesgo de ser percibido como un asunto de propaganda política más que una ruta clara y concretar que permita un crecimiento y desarrollo nacional.
  Agregó que para concretar un plan de esta envergadura debe ser evaluado y guiado por expertos del gobierno federal, investigadores, académicos y especialistas a través de la creación de una comisión que cuente con autonomía para que evalué y de seguimiento a los avances de dicho Plan e informe a la población.  
   
  “Cualquier plan de desarrollo debe considerar la inclusión activa de los diferentes sectores de la sociedad. Esto implica fortalecer el diálogo con la ciudadanía, garantizar la participación de comunidades afectadas y fomentar un modelo de gobernanza más inclusivo y participativo. Sin estos elementos, las metas presentadas corren el riesgo de quedar como una promesa sin sustento real”, concluyó.