DE: Diálogo

Por Alejandro Villegas…
La posición de la ciudadana presidenta de no dialogar con el Poder Judicial, ni con los partidos y hacerlo solo con el pueblo, deja en claro su apego a la línea dictada.
Es claro que desde su perspectiva el pueblo bueno, sólo se expresa mediante la aprobación de sus propuestas a mano alzada, porque hasta donde se aprecia no escuchó ni diálogo con el pueblo que resultó afectado en Acapulco.
De la misma forma en que no lo hace durante sus recorridos y eventos. Es más que claro que lo que la ciudadana presidente denomina como diálogo no existe.
Por lo que hace a la comunicación con los partidos y el Poder Judicial es evidente que, ante la carencia de argumentos, prefiere evadir una eventual confrontación, en aras de cuidar la investidura y deja esa tarea en manos de sus subalternos, pero sin instruirlos para que actúen.
Una actitud que exhibe a todas luces lo que será su gobierno, la manera en la que pondrá distancia de todo aquel actor político, económico o social que no esté alienado con sus acciones.
En el fondo, las esperanzas que tenían algunos ciudadanos de que, tras asumir el mandato, la ciudadana presidenta comenzará a ejercer el poder con autonomía e independencia, se diluyeron. Esa es la realidad.
Atención
La atención que al momento han recibido lo damnificados por fenómenos naturales, permiten percibir el evidente sesgo político con el que levanta el padrón, así como lo poco efectiva y tardía que es la entrega.
A fin de cuentas, la 4T está convencida de que mantiene el control sobre el pueblo bueno.