La Asociación Civil Comunicación para la Igualdad reveló en el informe que la violencia de género se comete en las redacciones y oficinas de los medios de América Latina.
Los agresores de la violencia de género suelen ocupar posiciones de superiores jerarquicos.
Por Guadalupe Lizárraga…
Una reciente investigación sobre la violencia de género a periodistas en las redacciones de América Latina reveló la falta de protocolos para prevenir esta violencia, pero también la falta de recursos para atenderla cuando ya se ha perpetrado. Según el estudio “Medios sin violencias. La urgencia de políticas de abordaje y prevención“, el 57% de los medios de la región no cuenta con protocolos para abordar la violencia de género al interior de las redacciones.
El informe, bajo la dirección de Sandra Chaher, de la Asociación Civil Comunicación para la Igualdad, fue realizado en colaboración con la Federación de Periodistas de América Latina y el Caribe y con el apoyo del Programa Internacional para el Desarrollo de la Comunicación de UNESCO, y abarcó a 95 medios de 14 países de la región.
En este trabajo se destacó que el 75% de los y las integrantes de estos medios conocen al menos un caso de violencia de género dirigida hacia las mujeres periodistas. Las agresiones tienen lugar principalmente en las redacciones, estudios y oficinas, seguidas por el ámbito digital a través de las redes sociales, plataformas digitales, correos electrónicos y aplicaciones de mensajería instantánea. En el 10% de los casos se combinan ambos tipos de violencias.
Los agresores identificados en entornos offline suelen ocupar posiciones jerárquicas elevadas, mientras que en el ámbito online, los involucrados frecuentemente son funcionarios gubernamentales y políticos. A pesar de estas cifras, solo el 18.5% de los medios cuenta con áreas especializadas para atender una situación de violencia de género.
Chaher, como coordinadora de la investigación, subrayó la importancia de implementar los protocolos de violencia de género como un paso necesario hacia la construcción de medios más democráticos y libres de violencia. Estos protocolos no solo buscan prevenir la violencia, sino también ofrecer mecanismos efectivos para atender las denuncias y promover un ambiente laboral seguro y respetuoso.
“La violencia de género es un problema estructural vinculado a las relaciones de poder que requiere de un compromiso constante de todas las personas que trabajan en los medios para desarticularla”: Sandra Chaher.
El estudio también analizó 27 protocolos existentes de intervención y prevención de la violencia laboral y de género, surgidos en respuesta a movimientos como el “Me Too“, el “Ni Una Menos” y el Paro Internacional de Mujeres del 2018. Sus recomendaciones apuntan a fortalecer estas herramientas existentes y a fomentar la adopción de un Protocolo Marco de Violencia de Género que pueda ser implementado por aquellos medios y sindicatos que aún carecen de medidas formales al respecto.
Los motivos de las agresiones van desde el celo laboral hasta reclamos salariales. Algunos de los testimonios son los siguientes:
“Un operador discutió con la directora de la radio levantando la voz, tirándole el cuerpo encima y violentándola verbalmente, cuestionando a los gritos quién la había puesto en esa posición y dónde había estudiado”. (Argentina)
“Suelo recibir acoso psicológico en redes sociales por tomar postura o compartir información acerca de la violencia, los feminismos y las luchas de las mujeres”. (Paraguay)
“Le dijeron al gerente del medio en el que trabajaba que me daba un programa porque se acostaba conmigo, porque era mi amante”. (Perú)
“A un directivo no le renovaron el contrato por ejercer violencia psicológica contra una directiva de cargo superior. Él entonces borró todo el trabajo realizado que estaba online y en sus redes personales publicó mensajes ofensivos que dañaron la imagen de ella”. (Colombia).
