DE: Capitales

Por Alejandro Villegas…
El mensaje del ala legislativa de la 4T con Morena a la cabeza, en el sentido de que en septiembre aprobarían las reformas enviadas en febrero por el ciudadano presidente se tradujo en una patada al avispero económico.
Los grandes capitales reaccionaron mediante un incremento en la cotización peso-dólar que rebasó los 18 pesos, poniendo en riesgo la percepción del súper peso que rondaba los 16 pesos por dólar.
Ello llevó a que en lo inmediato se recompusiera la postura para establecer que habría diálogo y eventualmente un ajuste en la postura.
La acción no es casual, ni será la única. Por lo visto en menos de una semana, la 4T ha tenido dos muestras del peso de los grandes capitales en la estabilidad económica del país.
En los hechos se trata de tentativas que, sin duda, buscan medir la posibilidad de actuación de la 4T. Saber hasta dónde pueden llegar, sin desafiar abiertamente a los grandes capitales, en una acción que se pueden traducir en aquella expresión que aconseja medirle el agua a los camotes.
A fin de cuentas, hay que tener claro que la esfera del ejercicio del poder económico no puede separarse del peso de las decisiones económicas.
La Bolsa Mexicana de Valores y la paridad peso dólar son los parámetros más visibles, pero sin duda lo que está en riesgo es mucho más en términos macro económicos, primordialmente el empleo y la confianza de los futuros inversionistas.
En todo caso, lo evidente es que antes que moverse por decisiones o presiones de la ciudadanía, la 4T responde a las presiones de los grandes capitales.
Patria
El hecho de que la Cofepris valide la vacuna Patria, no se traduce en un nivel de confianza, que se requiere para que la población se la aplique ni mucho menos en la producción que se requeriría para la realización de una campaña de vacunación a nivel nacional.
En resumen, una acción efectista más de la 4T, sin un efecto positivo de fondo.