DE: Medición

Por Alejandro Villegas…
La medición de quién gana un debate es subjetiva. En principio porque no hay un parámetro real y reconocido generalmente que permita sustentar cualquier apreciación.
Además de que no queda claro, en principio que las normas más elementales del debate no fueron respetadas.
Y lo más preocupante el árbitro electoral, demostró una vez más que no es capaz de controlar su desarrollo.
Esto en tanto que no existe sanción para quien violente o incumpla con las normas pactadas por el debate en materia de civilidad y respeto políticos.
El segundo debate siguió el mismo derrotero del primero.
Los ataques y criticas superaron a las propuestas de campaña, en lo que se asemejo, valga la comparación con un pleito de comadres.
Tal parece que los votantes están ante la posibilidad de sufragar a favor del menos peor, o bien terminar por incrementar el número de abstencionistas.
Lo único que quedó en evidencia es que tanto las ciudadanas candidatas como el ciudadano candidato, como reza la conseja popular tienen cola que les pisen. O al menos eso trató de proyectarse.
La determinación de quién ganó el debate es una mera apreciación personal que no tiene mayor peso que la que le quiera dar cada persona.
Distractor
La aprehensión y liberación de Don Rodo, le cayó como anillo al dedo al panorama electoral.
La ciudadanía sin duda prestó más atención a ese suceso que al debate, al tiempo que el desarrollo del cierre de la temporada regular del torneo Clausura 2024 y la inminencia de la pelea del Caneo Álvarez hicieron lo suyo.