DE: Enfado

Por Alejandro Villegas…
De nueva cuenta el ciudadano presidente se dejó llevar por el enfado y no actuó como estadista, ni como jefe de estado al señalar que los argentinos de metieron un autogol.
De esa manera expresó su evidente enfado por el triunfo del candidato de derecha en Argentina, que representa un evidente freno al avance de los gobiernos de izquierda en la región.
Le agrade o no al ciudadano presidente, las y los argentinos optaron mayoritariamente por Javier Milei para que sea su próximo presidente, pero en lugar de saludar su triunfo como lo ha hecho con los candidatos de izquierda que han ganado en la región, prefirió descalificarlo de manera abierta y de paso cuestionar la determinación del pueblo argentino.
El ciudadano presidente no tuvo la altura de miras que tuvo el candidato de izquierda Sergio Massa, para reconocer que el resultado expresado en las urnas no le era favorable.
En este como en muchos casos, queda de nueva cuenta en claro que el ciudadano presidente solo aprecia con buenos ojos, aquellos escenarios que le son favorables y desdeña de manera abierta los que considera perjudiciales para su proyecto.
Es más que evidente que el ciudadano presidente, desde ahora se considera como un líder regional, pero olvida que al pasar el retiro será por demás complicado que logre mantener la proyección que hoy estima tener en el plano internacional.
Por lo pronto lo evidente es que por decir lo menos su declaración en torno a la decisión del pueblo argentino es por decir lo menos lamentable.
Defensa
El ciudadano Mario Delgado defiende la eventual ratificación de la fiscal de la Ciudad de México con el argumento desgastado de la defensa del cartel inmobiliario.
Un caso que con los años se ha convertido en un caso que no han logrado comprobar ni castigar como autoridad, pero que en el nivel de discurso les es más que redituable.
En todo caso habría que cuestionar porque el ciudadano Mario Delgado se enfoca en un tema de carácter ajeno a la esfera electoral, y la respuesta no es difícil, simple y sencillamente porque el tema de la existencia no comprobada ni sancionada del cartel inmobiliario, en términos político electorales, calculan que les es redituable.