Con una votación mayoritaria de 12 votos de Morena y sus aliados, contra 7 de la oposición, la Comisión de Justicia del Senado aprobó la solicitud de renuncia de Arturo Zaldívar como ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
El dictamen será discutido y en su caso aprobado por el pleno en la sesión ordinaria de este miércoles.
En el dictamen que se avaló se establece que “nadie puede ser forzado a desempeñar un trabajo, como lo establece el artículo 5 de la Constitución Política. Nadie puede ser forzado a desempeñar un cargo público, es decir, no se puede obligar a nadie a desempeñar una función y un cargo que no desee, porque lo protege también la Constitución”.
También se hace referencia a que “hay un derecho humano superior que es el libre desarrollo de la personalidad y con independencia del cargo público que está ejerciendo el ministro en cuestión; tomando una decisión que lo deja en la posibilidad de enfrentar el problema que sea, ya sea de tipo personal o cualquier otro por considerar”.
Así, “el derecho a renunciar lo tiene cualquier persona, por lo que se puede sujetar a un ministro a seguir desempeñando el cargo en contra de su voluntad”.
Los senadores Germán Martínez, del Grupo Plural; Claudia Anaya, del PRI e Indira de Jesús Rosales, del PAN, propusieron la comparecencia de Arturo Zaldívar para que argumentara las causas graves de su renuncia.
La propuesta fue rechazada.
Olga Sánchez Cordero, ministra en retiro y presidenta de la Comisión de Justicia, argumentó que que esta era improcedente y votaría en contra, porque en este caso no se trataba de una ratificación en el cargo.
El morenista y presidente de la Comisión de Estudios Legislativos, Segunda, Rafael Espino, anunció su voto a favor de la solicitud de renuncia, pero la calificó de inconstitucional.
“Esta renuncia no está motivada por ninguna causa grave, esta situación en la que un integrante de nuestro máximo tribunal constitucional solicita separarse de su encargo ante de completar el plazo por el que fue nombrado (…) da lugar a muchos cuestionamientos.
(…) La renuncia establece un mal precedente, trivializa las causas de separación de la Corte Suprema y contraviene la intención y el espíritu de nuestra Carta Magna. Más aun haber anunciado el solicitante su adhesión a un proyecto político, cualquiera que este sea, evidencia la utilización del cargo como escalón y contribuye a una indebida politización del Poder Judicial, poniendo en entredicho la tan necesaria autonomía que es el cimiento de la división de poderes”.
Germán Martínez, afirmó que no hay motivo grave para la dimisión de Arturo Zaldívar.
“La mudanza de un árbitro constitucional no es un cambio de jugador en un equipo de fútbol que se realiza en un minuto. Existe obligación de esgrimir una causa grave para renunciar a ser juez constitucional. ¿Esa causa grave es un impedimento para que el ciudadano Arturo Zaldívar ejerza plenamente su libertad de trabajo y dedique sus días laborales a las candidaturas de Morena? Claro que no. (…) El ministro dimitente como la famosa fuente de Bélgica Manneken Pis, miccionó sobre toda nuestra historia constitucional con su renuncia. (…) El retrato de esa actuación fisiológico-política fue la foto de un ministro destogado con su nueva patrona”.
Noé Castañón, de Movimiento Ciudadano y Claudia Ruiz Massieu, senadora sin partido político, votaron en contra y anunciaron la presentación de un voto particular.
La ex priísta argumentó que un ministro tiene la prerrogativa de renunciar, siempre que esté explícita la causa grave:
“Pero, lo que yo no puedo aceptar y no deberíamos aceptar es que el Senado de la República nada más avale una simulación, que sea cómplice de un procedimiento bastante falso, cuya conclusión ya está definida porque tanto el ministro como el Ejecutivo consideraron que es grave. Aquí no tenemos una causa que esté argumentando ni hemos entrado a valorar su gravedad. (…) La responsabilidad constitucional de esta soberanía es o debería ser deliberar sobre el fondo del asunto que es la supuesta gravedad de la causa que motiva la renuncia y debatir con seriedad si sea debe aprobar o no en función de la gravedad de la causa, que insisto está muy escueta y no acreditada”.
Damián Zepeda, senador del PAN, declaró que no sería digno que Arturo Zaldívar continuará como juez constitucional.
“Como ministro perdió ya toda capacidad de ser ministro. ¿El tema de causa grave o no? La verdad yo simpatizo con la idea de que no puedes obligar a alguien a estar en un cargo que no quiera estar. Creo que desgraciadamente no está bien regulado. (…) Y particularmente sería contra todo sentido común que obligas a una persona a estar donde no quiere estar, pues que le ponemos una pistola para estar como este ministro”.
La panista Indira de Jesús Rosales se quejó de que el Senado sea meramente una oficialía de partes, “somos un poder y estamos al mismo nivel que el Ejecutivo y el Judicial. A mí me parece una falta de respeto a México que haya aceptado un cargo hace 14 años y que ahora dimita simplemente por seguir un proyecto personal”.
