DE: Presupuesto

Por Alejandro Villegas….
La decisión de Morena y sus aliados, en la Cámara de Diputados de no incluir desde el principio recursos para la reconstrucción de Acapulco, por demás es sospechosa.
La urgencia y necesidad están a la vista.
Había tiempo suficiente para hacerlo, pero prefirieron señalar que en los próximos días se realizarían los ajustes necesarios para garantizar esos recursos en pro de la recuperación de Acapulco.
La verdad es que lo que se aprecia es que el ciudadano presidente en particular y la 4T en general no están dispuestos a reconocer la magnitud de los daños y buscan centralizarlos en Acapulco y Coyuca.
En tanto que confían en que la iniciativa privada con sus recursos realice el prodigio de poner de pie la costera Miguel Alemán que es el rostro turístico de Acapulco para poder realizar el próximo Tianguis Turístico.
Y con ello decir que Acapulco está de pie.
Pero la desgracia está en las colonias populares, en donde apenas comienzan a regularizarse los servicios básicos, pero la desgracia persiste y no se superará con los ralos apoyos que les han otorgado al momento.
Por otra parte, está el desastre que representa el enorme cementerio de lanchas, yates y embarcaciones en general en que se ha convertido el litoral de Acapulco.
De ahí, que pretender que la gente crea que en los próximos días se reasignarán recursos en pro de la reconstrucción de Acapulco es un acto de arriesgado de fe.
Obviamente, el ciudadano presidente apuesta al olvido social y a la credibilidad de su palabra, pero desestima el peso de la memoria colectiva.
El tiempo y las circunstancias se encargarán de colocar la promesas del ciudadano presidente y la 4T en su justa dimensión, para ejemplo ahí están los cadáveres de los mineros del Pinabete aún, a la espera de ser rescatados.
Ganadores
Los aspirantes de Morena a ser nominados en los estados como coordinadores de la defensa de la transformación, insisten sin el menor pudo en declararse ganadores.
Nadie pierde. En eso no son diferentes, aún a sabiendas de que el panorama no les favorece, muchos de ellos ponen cara de jugador de póker y aseguran que se triunfo es irreversible.
A fin de cuentas, terminarán sometidos a la voluntad del resultado de las encuestas que se den a conocer.