Javier Macías…
En la pared, un cuadro con el rostro de Belisario Domínguez (que desaparece, en el siguiente post en redes sociales). Sobre la credenza, una fotografía –en la que va de la mano con una de sus tres hijas–, en un acrílico como portarretratos; en el otro extremo, un pequeño busto de Benito Juárez. A los costados, las banderas de México y del Senado de la República. En el escritorio, una taza blanca con puntos negros, sobre un plato blanco; un folder y, encima, unos cuantos papeles. Frente a él, una laptop.
El senador Eduardo Ramírez Aguilar viaja con un equipaje ligero. Su oficina, ese escenario impersonal, confirma que la Presidencia de la Junta de Coordinación Política es sólo una estancia de tránsito, para luego emprender el vuelo a Chiapas, con el propósito de contender por la candidatura de Morena a la gubernatura del estado. El legislador no mintió. Desde su llegada a la Jucopo lo avisó: “Estaré presente para ser candidato y para ser el próximo gobernador de Chiapas. Que no haya duda”. Al observar su espacio de trabajo, no, no la hay.
El escenario contrasta con el que, durante casi 5 años, ocupó Ricardo Monreal:
En la pared, un cuadro con la imagen de Benito Juárez, un título expedido por la UNAM y tres medallas. Sobre la credenza, la imagen de Santo Niño de Atocha, su santo patrono; varias fotografías del senador; más medallas; un reloj; un pequeño reproductor de CD; figuras, de varios materiales, que lo representan y, en un marco, una copia del Manifiesto de la Nación, que dio a conocer Francisco I. Madero el 5 de octubre de 1910, en San Luis Potosí. A los costados las banderas de México y del Senado de la República. En el escritorio, la Constitución, algunas leyes, engargolados, folders, papeles, un portalápices y una PC.
Ramírez Aguilar no tiene nada. Ni papeles, ni libros, ni tarjetas para hacer anotaciones, ni un portalápices. Sólo necesita su laptop para trabajar. Una oficina así invita a salir casi de inmediato.
Ricardo Monreal vivía prácticamente en el Senado. Sus redes sociales están plagadas de videos, en esa oficina como locación, y que fueron difundidos en vivo, desde las 7 de la mañana y hasta las 11 de la noche, y no solo de lunes a viernes, sino también sábados y domingos. El espacio tenía su estilo, elementos que expresaban su personalidad y la comodidad para largas jornadas laborales. El día de la mudanza, el legislador, con un dejo de nostalgia, platicó anécdotas de su lugar de trabajo y de los objetos que lo acompañaron esos casi 5 años.
“Mi oficina es una caja de sorpresas”
El artículo 13 del Reglamento del Senado establece, en el numeral cuarto, que los legisladores tienen derecho a solicitar y, en su caso, obtener licencia del Pleno cuando decidan “postularse a otro cargo de elección popular cuando la licencia sea condición establecida en las disposiciones electorales correspondientes o en la normativa interna del partido político de que se trate”. Por lo tanto, Xóchitl Gálvez Ruiz, Beatriz Paredes Rangel y Miguel Ángel Mancera, pueden permanecer en el cargo, independientemente de que participan en el proceso de selección de la persona responsable para la construcción del Frente Amplio por México. A diferencia de Morena que solicitó, a los aspirantes a la Coordinación de los Comités de Defensa de la 4T, que dejaran sus cargos, como sucedió con Ricardo Monreal y Manuel Velasco.
Xóchitl Gálvez, quien encabeza las preferencias, en el proceso del Frente Amplio por México, no ha solicitado licencia para ausentarse del cargo y, por lo tanto, no ha entregado el lugar que le asignaron para trabajar, hace casi 5 años.
“Mi oficina es una caja de sorpresas”, dijo la senadora panista en una entrevista con Brozo, en su programa de LATINUS. Habrá que esperar la mudanza, para conocer su colección de mantas, las cadenas, la “casa gris”, la botarga de dinosaurio, sus improvisados carteles; el moño negro, que utilizó cuando declaró que había “muerto la democracia”, y demás objetos o “sorpresas” (como las llama), que ya no podrá mostrar en el Pleno.
Puebla puede esperar
Otros legisladores, quienes han manifestado su interés por contender por gubernaturas, esperan el momento oportuno para dejar su escaño y, por ende, su oficina, entre ellos Nancy de la Sierra, para Puebla; Clemente Castañeda, Jalisco, y Kenia López Rabadán, Ciudad de México.
Quien no tiene mucha prisa es a Alejandro Armenta. Le queda un mes y medio como presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, por lo tanto, permanecerá en la oficina respectiva. Confía en que, en este lapso, Morena no emita la convocatoria para la elección del coordinador de los Comités de Defensa de la 4T de Puebla.
Así, aún tendrá tiempo para seguir promocionando a su estado en ese recinto legislativo.
En dos conferencias de medios, el legislador ha defendido su derecho a invitar a artistas, deportistas e intelectuales poblanos, por el propio sentido de pertenencia, a presentarse en el Senado. Dijo que sus antecesores en la presidencia de la Mesa Directiva hicieron lo mismo. Aseguró que no es por un interés electoral del futuro, ni es una campaña y, como ejemplo, dijo que no ha colocado ningún cartel invitando que voten por él. Instó a que, si lo hace, que lo denuncien.
Tiene razón Armenta. En sus eventos en el recinto legislativo, ha sido escrupuloso con la observancia de las reglas, las cuales establecen que nadie debe posicionarse con actos proselitistas, llamar al voto o presentarse como una opción política a cargos de elección popular. Ha manifestado su interés por ser gobernador de Puebla, pero no en esos eventos.
Sin embargo, como en toda comunicación, los eventos de promoción de Puebla tienen sus objetivos. En un esquema básico de comunicación, se comunica para informar, persuadir, motivar o entretener. Él sabrá los suyos. Pero debe tomar en cuenta, que en los análisis políticos no sólo se focalizan en sus las actividades en el recinto legislativo, sino también en sus constantes recorridos, sus pequeñas reuniones y concentraciones en los municipios del estado, cuyas fotografías y videos difunde en sus redes sociales. Él no las debe ver como actividades aisladas, porque los analistas abarcan todo su quehacer.
Por ejemplo, este fin de semana, Alejandro Armenta encabezó la “Campaña de Esterilización de perros y gatos”, que se llevó a cabo en el Jardín Guadalupe en Tehuacán, Puebla, con el objetivo de promover los derechos de las mascotas y el respeto a la vida animal. Es una loable labor. Sin embargo, en una de las carpas apareció una manta del legislador. La pregunta es ¿Qué tiene que ver el litio con las mascotas? No está mal que utilice esos espacios para promover su libro; como él dice: “nada más eso faltaba, ¿no?”. Pero, el senador debe saber que todo comunica y, en los análisis de comunicación política, los especialistas darán su interpretación.
Pese a su estrategia de comunicación política (si es que la tiene, porque pareciera que sólo utiliza tácticas aisladas), en la última encuesta de C&E Research, Armenta se mantiene en primer lugar, con un 28 por ciento de apoyo. Le siguen Ignacio Mier, con un 15 por ciento, y Julio Huerta, con el 14 por ciento. En caso de que Morena opte por mujer, Olivia Salomón lidera las preferencias, por encima de Claudia Rivera o Norma Layón.
Ese “pese a”, es en referencia que el senador no ha tenido los impactos mediáticos que desea, en todo el ecosistema mediático. En los medios de comunicación, se difunden más sus opiniones sobre temas coyunturales y no sus actividades de promoción de Puebla. Quizá, puede presumir las vistas de los videos que postea en sus cuentas de redes sociales.
Por ejemplo, el post del 28 de junio, tiene seis mil 141 vistas; el del 29, tres mil 792; en otro de ese día, dos mil 604, y el de 24 horas después, tres mil 247. Sin embargo, las citas de sus tweets y los RT no pasan de 50. Es decir, ven sus videos y fotografías, pero no los consideran tan interesantes como para compartirlos. De ahí la necesidad de que revise sus tácticas aisladas de comunicación o que, en su caso, modifique su estrategia de comunicación.
