En una mañanera de indignación contra la SCJN, el presidente López Obrador anunció que el 1 de septiembre del próximo año, en su último Informe de Gobierno, presentará una nueva iniciativa de reforma constitucional para que la Guardia Nacional (GN) dependa de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Para ello, veladamente pidió el voto para su partido a fin de que alcance mayoría calificada en el Congreso y pueda finiquitar dicha enmienda. Este martes, 8 de los 11 ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación declararon inconstitucional la transferencia de la GN a la Sedena.
En abierto mensaje proselitista, López Obrador dijo que para septiembre del año próximo “va entrar la nueva Legislatura que, espero con toda mi alma, se integre por voluntad del pueblo, de manera democrática, con una mayoría calificada de diputados y senadores vinculados a nuestra Cuarta Transformación…”
En ese tenor, incluso dio una última instrucción a los futuros diputados y senadores de Morena y aliados: “…el día 1 de septiembre del año próximo presentaré una nueva iniciativa (…) esperando que se apruebe dicha reforma antes del último día de mi gestión (…) y voy a pedir que se dé prioridad”.
Irritado por el fallo de la Suprema Corte, el presidente de México calificó a los 8 ministros de haber actuado “de manera facciosa y no con criterio jurídico, sino político, defendiendo las antiguas prácticas del régimen autoritario y corrupto, caracterizadas por la injusticia, el contubernio y la subordinación de las autoridades a la delincuencia organizada y a la delincuencia de cuello blanco”.
“Es decir, para entendernos mejor, los ministros de la Corte, con excepción de 3, actúan al estilo del gobierno de Felipe Calderón y de su secretario de Seguridad, Genaro García Luna (…) eso es lo que defendieron ayer, ese modelo”.
