Select your Top Menu from wp menus
15 de abril de 2025 9:56 am
DE: Corte

DE: Corte

Compartir

Por Alejandro Villegas…
La elección de la ministra Norma Piña Hernández como presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se interpretó como un revés para el ciudadano presidente.
Pero pese a ello, fiel a su costumbre el ciudadano presidente trató de sacarle la mejor raja política posible.
Argumentó que ello pone de relieve que su administración no tiene injerencia en el máximo tribunal del país, porque la hoy ministra presidenta ha votado contra las iniciativas de la 4T.
De lo que no habló el ciudadano presidente es de la forma en la que abandonó a su suerte a la ministra Yasmín Esquivel, en la mañanera del lunes 2 de enero, cuando previo a la elección en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se expresó en torno a ella como “pobre ministra”.
Aunque no dejó de aprovechar la oportunidad para arremeter contra el pasado y sus adversarios, sin atreverse a enderezar alguna acción legal o institucional contra sus críticos.
Quizá porque lo único que tiene como respaldo son sus expresiones verbales y descalificaciones, plasmadas en anacronismos con los que evade la actualidad
Tampoco, habló de que, al contar con al menos cuatro ministros afines, que respalden sus iniciativas y su consecuente aprobación por parte de la aplanadora morenista en el Legislativo, no pueden ser declaradas como anticonstitucionales, por la falta de los votos necesarios.
Lo que de ninguna forma puede interpretarse como que son legales, simple y sencillamente por la falta de los votos necesarios, aunque la mayoría estén de acuerdo a haber cuatro ministros en contra no se puede decretar formalmente su inconstitucionalidad.
Así de sencillo. De tal forma que el ciudadano presidente perdió el control del máximo tribunal, pero aún cuenta con los ministros suficientes para que ninguna acción de su gobierno sea declarada como anticonstitucional.
Litio
El oro blanco, el litio que en el momento de su nacionalización causó tanta algarabía, por el momento se encuentra en segundo plano.
De la empresa nacional poco se habla y menos de los avances que debe haber en materia de exploración y explotación.
Manden dinero que estamos ganando, diría el optimista a pesar de haber dejado empeñada hasta la camisa.

Related posts