Por: Fernando Moctezuma Ojeda – @FerMoctezumaO
Los ataques a la prensa, no afectan únicamente a la prensa; y ahí es donde radica la gravedad del asunto. De acuerdo con datos de la organización Artículo 19, en México cada 14 horas es víctima de algún tipo de agresión.
Cómo olvidar aquella frase de mayo de 2019, cuando con apenas seis meses en el cargo, el presidente “advirtió” a los reporteros presentes en su conferencia matutina “si ustedes se pasan ya saben ¿no? Lo que sucede. Pero no soy yo, es la gente. No es conmigo, es con los ciudadanos”. En esa misma ocasión, el mandatario cuestionó “¿los medios sí pueden desacreditar al presidente?” Desde ahí debimos haber recibido la advertencia.
Lo que sucedió con nuestro compañero Ciro Gómez Leyva es sólo la parte más visible de un problema sistemático, diario y creciente, pero lamentablemente no es un hecho aislado.
No se trata de que las y los periodistas busquemos un trato especial, se trata de que la labor social que desempeñamos debe ser respetada como lo que es. Por supuesto que en términos de dignidad humana valemos exactamente lo mismo, y debemos levantar la voz siempre, pero vivimos en uno de los países más peligrosos para desempeñar nuestra labor en el mundo.
Lo más lamentable, es que afortunadamente Ciro contaba con una camioneta blindada, pero ese es un privilegio con el que no contaron los otros 17 periodistas asesinados de este año, y hay que decirlo, con el que no contamos el 99 por ciento de quienes ejercemos esta profesión.
Hace unas semanas había quienes cuestionaron las razones por las que defendimos y respaldamos a nuestra compañera Margarita Nicolás, de Cadena RASA; o por qué exhibo el acoso que el diputado Gerardo Fernández Noroña, vicecoordinador del PT ejerce en contra de nuestras compañeras. Las razones son estas mismas: porque permitir el abuso de poder nos lleva a escenarios cada vez peores que no podemos soslayar.
En este mismo espacio, querido lector, usted y yo hemos comentado sobre los atropellos a la libertad de expresión, los insultos, los ataques, el hostigamiento y cuatos vilipendios han habido en contra de nuestro gremio, pero lo que hay que dejar claro y bien remarcado es que las víctimas finales no somos nosotros que informamos; la víctima es la audiencia que busca las maneras de informarse.
Despedimos el 2022 con una triste cifra de –hasta hoy– 17 compañeras y compañeros asesinados, con un 98 por ciento de impunidad, con unas autoridades deficientes y un Estado completamente fallido.
Esta es la última columna de este año, y confío, de todo corazón, que el próximo sea para mejor.
Dijo Manuel Jabois que “La primera función del periodismo es herir la sensibilidad del lector”. Yo: #SóloDigoLoQueVeo
JUEGO DE CARTAS
PERMANENTE: El pasado 15 de diciembre quedó instalada la Comisión Permanente, que en esta ocasión tendrá sede en la Cámara de Diputados, hasta el 31 de enero, cuando reanude el periodo ordinario de sesiones, en ambas cámaras. Vale la pena destacar que ningún grupo parlamentario cuenta con la mayoría calificada para convocar a un periodo extraordinario, ni siquiera Morena con sus aliados. //ELECTORAL: Lo que le mencionaba del periodo extraordinario cobra especial relevancia una vez que el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Ricardo Monreal, avisó esta semana –que le hagan como quieran–, será hasta febrero de 2023 que se retomen los cambios al proyecto de Reforma Electoral que el recinto de San Lázaro envió de nueva cuenta al Senado. //IMPUGNACIONES: Mientras ello ocurre, Alejandro Moreno afirmó que el PRI utilizará todos los medios legales para evitar que continúe “esta violación a la democracia”, ya que las reformas aprobadas en materia electoral violan nuestra Constitución, por lo que , adelantó que presentarán un recurso de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) contra el llamado “Plan B” de reforma electoral del gobierno //GRACIAS: Quiero agradecerle, querido lector, por haberme permitido acompañarle a lo largo del último año, como cada semana, en este espacio, para comentar sobre el acontecer político, económico y social de nuestro, triste pero fuerte México. Le deseo para usted y los suyos un 2023 con mucha salud, y sobre todo resiliencia, que la necesitamos. Usted y yo nos volvemos a encontrar en este espacio el 9 de enero, pero seguimos en contacto a través de la radio, en Plano Legislativo, y por supuesto: las benditas redes sociales. ¡Que tenga extraordinarias fiestas!
P.D: La paz cuesta, pero la guerra cuesta más
