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29 de marzo de 2024 2:43 am
DE: Recuerdo

DE: Recuerdo

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Por Alejandro Villegas…
A 54 años distancia el recuerdo de dos de octubre de 1968 permanece en la memoria social como un reclamo permanente de una justicia que no llegará.
Aunque en el fondo el veredicto social se dictó de desde el primer día.
Desde el primer minuto las fuerzas armadas de aquellos días, así como el ciudadano presidente y su secretario de Gobernación, fueron señalados como los principales responsables de los hechos.
Más de medio siglo después el veredicto se mantiene, cuando la casi totalidad de los presuntos responsables han fallecido, sino es que todos y ya no es posible su procesamiento legal.
Pero el recuerdo de esos acontecimientos, en el marco del debate que hoy se da en torno a la presencia de las fuerzas armadas en las calles en labores de seguridad pública, debe servir para que desde el Legislativo se tomen las previsiones necesarias para evitar que se violen los derechos humanos de la colectividad.
Es necesario que, a la distancia, las labores de la Guardia Nacional se apeguen a la norma y en la medida de lo posible se enfoquen a las labores que les son encomendadas.
No se trata de satanizar ni promover estereotipos, sino de establecer medidas que permitan que la colectividad cuenta con la certeza de que los integrantes de las fuerzas armadas que no de ahora, sino desde el sexenio del ciudadano Ernesto Zedillo Ponce salieron a las calles para desarrollar tareas de seguridad pública, se concentren en su objetivo y brinden a la población un clima de paz y armonía.
El recuerdo del dos de octubre más allá de un movimiento social que permanece, como todo indica que permanecerán el recuerdo de Ayotzinapa y del Vado de Aguas Blancas, debe ser un referente obligado, para normar en la actualidad el desempeño de las fuerzas armadas en las calles.
Salud
El ciudadano presidente insiste en minimizar las consecuencias de su estado de salud. Incluso bromea en torno al tema.
Sin embargo, la realidad está presente, así como las aún desconocidas eventuales consecuencias del hackeo informativo de que fue objeto la Sedena al que se trata de darle la vuelta y dejar en el olvido, como otras cosas que afectan la imagen de la 4T.
Tal y como sucede con el caso de los mineros de Sabinas, Coahuila.

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