Por Alejandro Villegas…
La anunciada remodelación de la terminal dos del aeropuerto de la CDMX, pone de manifiesto la realidad. El AIFA está lejos de sustituir en los hechos al añejo aeropuerto que al menos en teoría, debiera ser desplazado.
La determinación de remodelar la terminal dos del aeropuerto capitalino confirmada por el ciudadano presidente entra en la lógica de un mantenimiento obligado, así como reparaciones derivadas de un desgaste natural de sus instalaciones.
Desde donde se quiera ver, al menos en el plano teórico, si se hubiera dado continuidad a la construcción de nuevo aeropuerto en la capital del país, en lugar de construir el AIFA, la remodelación hubiera sido quizá una acción complementaria, toda vez que se contaría con una nueva terminal aérea.
Pero como él hubiera no existe, ahora se tendrán que invertir no pocos recursos en la remodelación de la terminal dos, que llevará un tiempo considerable, pero ni con ello se aprecia como no ha sucedido al momento que el AIFA termine por realizar el número de operaciones y transporte de pasajeros que lo hagan rentable en el mediano plazo.
La realidad se impone, las razones económicas y sociales pasan sobre las decisiones políticas.
Reforma electoral
Los foros del parlamento abierto en los que se analiza la iniciativa de reforma electoral, al momento transcurren sin mayor relevancia.
Todo indica que la reforma electoral, al igual que la asignación de la Guardia Nacional a la Sedena, terminará por transitar por alguna vía alterna.
El ciudadano presidente se percató de que la oposición no le permitirá hacer más reformas constitucionales y fiel a su estilo, ahora tendrá que buscar el resquicio legal para imponer su voluntad.
Eso sí, sin dejar de aprovechar cada momento para exhibir a sus adversarios y criticar el pasado.
